
Los investigadores de este trabajo, publicado en la edición
digital de 'Cancer Epidemiology, Biomarkers & Prevention' y dirigido
por Alpa Patel, compararon la práctica de ejercicio y el estado de
cáncer de mama en 73.615 mujeres posmenopáusicas que participaron en un
estudio prospectivo de incidencia de cáncer establecido por la Sociedad
Americana del Cáncer en 1992. Durante el análisis de 17 años, 4.760
mujeres fueron diagnosticadas con cáncer de mama.
Aproximadamente,
una de cada diez (el 9,2 por ciento) mujeres no notificaron actividad
física recreativa al comienzo del estudio y entre las que eran activas,
la dedicación media fue equivalente a 3,5 horas a la semana de caminar a
ritmo moderado. Principalmente, realizaban actividades de intensidad
moderada, como caminar, montar en bicicleta, ejercicios aeróbicos y
baile en lugar de actividades físicas intensas, como correr, natación y
tenis.
Entre todas las mujeres, el 47 por
ciento informó de caminar como su única actividad recreativa. Las
mujeres físicamente activas tienden a estar más delgadas, con más
posibilidades de mantener o perder peso durante la edad adulta, más
propensas a beber alcohol pero menos propensas a fumar, además de
utilizar la terapia hormonal después de la menopausia con más
probabilidad y de haberse hecho una mamografía en el último año.
Entre
las que señalaron a caminar como su única actividad, aquellas que lo
habían siete horas a la semana tenían un riesgo un 14 por ciento menor
de cáncer de mama en comparación con las que daban paseos tres o menos
horas a la semana. De acuerdo con la mayoría de estudios previos, las
mujeres más activas tenían un 25 por ciento menos de riesgo de cáncer de
mama que las menos activas, una asociación que se no se diferencia por
el estado de receptores hormonales, índice de masa corporal, aumento de
peso o el uso de hormonas después de la menopausia.
"Nuestros
resultados apoyan claramente una asociación entre la actividad física y
el cáncer de mama después de la menopausia, siendo una actividad más
vigorosa la que tiene un efecto más fuerte --subrayó Patel--. La gente
se encuentra con información contradictoria acerca de la cantidad de
actividad que necesitan para mantenerse saludables. Sin otro tipo de
actividades físicas, caminar al menos una hora al día se asoció con un
riesgo ligeramente menor de cáncer de mama. Las actividades más
extenuantes redujeron aún más el riesgo".
Fuente: EP
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