Los factores que aumentan el riesgo de suicidio entre los adolescentes
incluyen trastorno sicológico, depresión, trastorno bipolar, sentimiento
de angustia y consumo de drogas y alcohol.
El celo de los padres, que rechazaban al novio mayor que ella, fue el
aparente motivo para que Paola Michel Cruz, una jovencita de apenas 14
años, decidiera quitarse la vida, ahorcándose en su habitación.
El
caso se registró el pasado 30 de julio en la sección La Lomita, del
distrito Las Lagunas, de Moca. Paola Michel entró a su recámara, se
acostó y sin que nadie se percatara se apretó con fuerza una cuerda de
plástico en el cuello.
Diez días después, en la Villa Olímpica, de
Santiago, Alba Iris Cuevas, de 16, afectada por el rechazo de su novio,
que supuestamente dedicaba más tiempo a “chatear” en Internet que a
ella, se suicidó tomando veneno.
En septiembre del año pasado, el
suicidio de Gerardo Martínez en El Ingenio, de Santiago, un niño de sólo
12 años, causó una gran conmoción en la ciudad. La madre dijo que el
niño fue expulsado de la escuela y que ella lo castigó, pero él se
ahorcó, usando un cable de la computadora con la que hacía sus tareas
escolares.
¿Qué lleva a que alguien, a tan corta edad, decida quitarse la vida?
Durante
el año que transcurre, de acuerdo a las estadísticas de la Policía
Nacional, alrededor 360 personas se han suicidado en República
Dominicana, pero no hay registros exactos de cuántos de estos casos
corresponden a menores de edad.
Según el último informe de la
Oficina Nacional de Estadísticas (ONE), de las 638 personas que se
quitaron la vida durante el 2012, 16% correspondía a jóvenes con edades
entre los 10 y 19 años.
Posibles causas
Los expertos
explican que hay diferencias claras entre un niño o adolescente y un
adulto, al tomar la decisión de suicidarse. El doctor César Mella,
vicepresidente de la Asociación Latinoamericana de Psiquiatría, afirma
que la mayoría de intentos suicidas de niños y adolescentes son
impulsivos, mientras que los adultos consideran la decisión de quitarse
la vida por meses, e incluso años, antes de consumarla.
Mientras
que para la doctora María Pérez Mencía, presidenta del Colegio
Dominicano de Psicólogos, quien acaba de urgir la implementación de una
nueva política estatal ante el aumento de los suicidios, el suicidio
infantil es una decisión que se presenta como un “acto de rabia ante una
dificultad o evento frustrante”.
Otros expertos aclaran que hay
diferencias entre un menor de 12 años que intenta suicidarse y uno de
más edad, pues “a los 10 años quizás el niño ni siquiera comprende que
el concepto de morir es irreversible”.
Es decir, cuando un niño
menor de 10 años intenta quitarse la vida, lo hace en parte porque “cree
que después de estar muerto se va a despertar y seguir viviendo. Su
propósito sería darle una lección a las personas de su entorno”, dice el
psiquiatra Mella.
En esto coincide el doctor José Mieses
Michel, psiquiatra del Ministerio de Salud, quien ha asegurado que el
niño puede tener la fantasía de no estar más en el mundo, más con la
intención de pensar cómo lo extrañarían las otras personas. Los niños
están en un proceso de maduración y su capacidad de diferenciar entre la
realidad y la fantasía puede verse afectada por situaciones que se
presenten en su casa, a diferencia de un adulto, quien tiene unos
criterios más claros.
En el caso de los adolescentes de más de 12
años, quienes comprenden el concepto irreversible de la muerte, los
expertos afirman que la decisión de suicidarse se da como una respuesta
impulsiva a una situación de conflicto en su entorno familiar o escolar,
como los casos de Paola Michel, Alba Iris y Gerardo Martínez que
citamos al comienzo.
Los casos
Aunque Mella, Mieses y
Pérez Mencía reconocen que no es posible dar un diagnóstico claro de por
qué los tres adolescentes optaron por suicidarse, afirman que en muchas
situaciones los menores de edad que intentan suicidarse no conviven con
uno de sus padres o provienen de hogares de padres en conflictos.
El
psiquiatra Mieses ha dicho que esto “demuestra que hay una gran
disfunción familiar, que en muchos casos es acompañada de castigos
físicos, rechazo de los padres, indifererencia, abuso sexual y
abandono”.
En muchos casos, los adolescentes suicidas han expresado disconformidad con una situación en su entorno inmediato.
“El
escoger el momento inmediatamente después de recibir un castigo, pudo
ser la forma de Gerardo responder a lo que habría entendido como una
agresión de la madre”.
El especialista en salud mental atribuye el
aumento de la tendencia suicida, especialmente entre menores, a los
cuadros depresivos con desprecio de la vida que ha traído consigo el
estilo de vida de hoy día, y el que la gente se haya vuelto apática ante
las dificultades y cambios conductuales de quienes los rodean.
El
desprecio por la vida, el irrespeto de la ley, las normas de conducta
social y el cambio de valores por la ambición de dinero y placer, son
factores que empujan a que mucha gente tome la decisión del suicidio,
además del acorralamiento social en que viven muchas personas, debido a
la pobreza, la carencia de bienes materiales y espirituales y la falta
de oportunidades que le hacen sentir la vida como un cerco del que
quieren liberarse.
ADOLESCENTES EN RIESGO DE SUICIDARSE
Según los especialistas, puede ser difícil recordar cómo se sentía ser adolescente, atrapado en esa área gris entre la niñez y la edad adulta. La psicóloga Pérez Mencía dice que por supuesto que es una época de increíbles posibilidades, pero también puede ser un período de estrés y preocupación.
ADOLESCENTES EN RIESGO DE SUICIDARSE
Según los especialistas, puede ser difícil recordar cómo se sentía ser adolescente, atrapado en esa área gris entre la niñez y la edad adulta. La psicóloga Pérez Mencía dice que por supuesto que es una época de increíbles posibilidades, pero también puede ser un período de estrés y preocupación.
Se sienten presionados para adaptarse
socialmente, tener un buen desempeño académico y actuar con
responsabilidad. Los jóvenes con problemas de salud mental, como
ansiedad, depresión, trastorno bipolar o insomnio, corren riesgos más
altos de pensar en el suicidio.
Los adolescentes
quienes pasan por cambios fuertes en la vida (el divorcio de sus padres,
mudanzas, un padre que se va de casa por motivo de trabajo o por la
separación de los padres, o cambios financieros) y aquellos quienes son
víctimas de burla o intimidación corren mayores riesgos de pensar en el
suicidio.
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