Establecer una asociación entre coeficiente intelectual y raza es un riesgo que puede desencadenar airados debates.
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La controversia surge en un contexto particular de discusión de la reforma migratoria en EE.UU. |
BBC Mundo;-Así lo ha atestiguado la comunidad académica
estadounidense durante los últimos días, tras el escándalo surgido por
una tesis doctoral en la que se asegura que algunos grupos como los
hispanos o los negros tienen un cociente intelectual, CI, más bajo que
los asiáticos o los blancos.
El autor de la tesis, Jason Richwine, renunció a
su cargo de analista de políticas públicas en la fundación y desde
entonces rehúye el contacto con la prensa.
Sin embargo, la controversia, lejos de diluirse, ha ido cobrando fuerza con el paso de los días.
El coeficiente intelectual en tela de juicio
La tesis de la discordia
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El revuelo surgió la semana pasada tras la difusión de un informe de la Fundación Heritage en el que se calculaba en millones y millones de dólares el costo que supondrá la reforma migratoria que el gobierno de Barack Obama quiere sacar adelante.
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Dylan Matthews, periodista del Washington Post, reveló que Jason Richwine, coautor del citado informe, había escrito años atrás su tesis doctoral sobre la relación entre el coeficiente intelectual y las políticas de inmigración.
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Días después de conocerse este dato, Richwine presentó la renuncia a su cargo en la Fundación.
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La tesis doctoral fue escrita en 2009, y fue supervisada y aprobada por tres catedráticos de prestigio de la Universidad de Harvard: George Borjas, Christopher Jenks y Richard Zeckhauser.
Científicos de la Universidad Western de Canadá y
el Museo de Ciencia de Londres difundieron el pasado diciembre una
investigación en la que aseguran que el coeficiente intelectual ha
quedado obsoleto para establecer el nivel de inteligencia real de una
persona.
La principal carencia de este mecanismo,
constataron, es que no toma en cuenta "la compleja naturaleza del
intelecto humano con todos sus distintos componentes".
El profesor Roger Highfield, del Museo de
Ciencia de Londres, le explicó en su momento a BBC Mundo que "los
resultados desmienten de una vez por todas la idea de que una sola
medida de inteligencia, como el CI, es suficiente para capturar todas
las diferencias en la capacidad cognitiva que vemos entre las personas".
El analista y escritor venezolano Moisés Naím incide en este punto.
Concepto de latino o hispano
El término hispano o latino en
EE.UU. lo utiliza la Oficina del Censo para referirse a "una persona de
origen cubano, mexicano, puertorriqueño, centro o sudamericano o de otra
cultura u origen español, independientemente de su raza".
En una columna publicada en el diario español El
País sostuvo que "entre los científicos sociales no hay consenso acerca
de qué es lo que miden los test que estiman el cociente intelectual" y
se preguntaba: "¿Miden inteligencia o más bien miden la capacidad de
responder bien a ese tipo test? Y si miden inteligencia, ¿qué tipo de
inteligencia es?".
Politización del debate
En su tesis "IQ and Immigration Policy"
(CI y políticas de inmigración), Richwine escribió que "la selección de
los inmigrantes de alto coeficiente intelectual podría mejorar los
problemas de falta de asimilación socioeconómica de los inmigrantes de
menor CI y beneficiaría a los potenciales inmigrantes más inteligentes".
Ahora, más allá de la oportunidad política de
este alboroto en un momento en el que el Congreso de Estados Unidos
debate la nueva legislación migratoria, surge la duda sobre lo preciso
que es el coeficiente intelectual como herramienta para medir no ya la
inteligencia de una persona, sino de todo un grupo étnico.
"No creo que el CI tenga ninguna fuerza moral y
no creo que se deba utilizar en ningún caso para diseñar políticas de
inmigración. De hecho, cualquier tipo de política pública que se
sustente sobre este tipo de datos es, para mí, un anatema.
"Es demasiado cercano a la eugenesia y a la
moralmente repugnante idea de que la gente más lista es de alguna manera
mejor en algún sentido", aseguró el comentarista político Andrew
Sullivan.
Todo esto sin olvidar que el concepto de hispano
o latino es una construcción creada en Estados Unidos que no equivale a
una raza.
"Entre los científicos sociales no hay consenso acerca de qué es lo que miden los test que estiman el cociente intelectual"
Moisés Naím, escritor y analista venezolano
No obstante, Jason Richwine defiende sus argumentos; incluso después de la polémica, le dijo al periodista Byron York, del Washington Examiner, que no se arrepiente de sus aseveraciones.
Richwine negó ser racista y sólo reconoció haber
pecado de cierta ingenuidad al no haber tomado en cuenta cómo iba a
reaccionar un público no especializado ante su investigación.
Se trata de las únicas declaraciones que ha realizado el académico tras destaparse el escándalo.
Si bien son mayoría quienes lo han criticado,
Richwine también tiene sus defensores. Entre estos últimos, se sitúan
quienes aseguran que es víctima de una cacería de brujas.
Otros, que no defienden en sí las teorías de
Richwine, denuncian que la Fundación Heritage, que ahora se rasga las
vestiduras, sabía bien a quién contrataba.
BBC Mundo intentó sin éxito contactar a Jason Richwine.
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