
Lo que significa que, durante el último medio
siglo, aproximadamente uno de cada diez ciudadanos colombianos se habría
visto obligado a abandonar su hogar por causa de la violencia.
En ciudades como Bogotá esa realidad le sale a
uno constantemente al encuentro en las calles y en los buses, pues
domina las historias con las que numerosos hombres, mujeres y niños a
diario intentan conmover a pasajeros y transeúntes para conseguir alguna
que otra moneda.
Y los gigantescos barrios de invasión que se apretujan en los cerros
del sur de la capital colombiana – que tienen equivalentes a las afueras
de casi todas las grandes ciudades del país – también dan testimonio de
la magnitud del problema.
No en balde, las estimaciones del IDMC sugieren
que Colombia en estos momentos tiene al menos dos millones de
desplazados más que Siria, y supera por un número aún mayor a la
República Democrática del Congo, Sudán, Irak y Somalia.
Y aunque hay en marcha un diálogo entre el
gobierno y la guerrilla, la cifra acumulada a lo largo de casi cincuenta
años de conflicto interno armado continúa aumentando: según el informe,
durante 2012 en Colombia se habrían reportado 230.000 nuevos
desplazados internos.
"Recordemos que hay un proceso de paz pero que
no hay un cese de fuego bilateral. Y eso ha llevado a que la población
(de varias regiones del país) esté sometida a paros armados y dinámicas
de enfrentamiento que las obliga a desplazarse", le explicó a BBC Mundo
Marco Romero, director de la ONG Consultoría para los Derechos Humanos y
el Desplazamiento (CODHES).
Mejores cifras
Efectivamente, la tendencia da cuenta de una de
las principales dificultades del proceso de restitución de tierras y
reparación de víctimas que intentan avanzar las autoridades: la
prevalencia de la violencia armada en numerosas regiones de Colombia.
Pero, en cierta medida, es también dicho proceso el que está ayudando
a comprender mejor la verdadera dimensión del problema, al darles a
muchos viejos desplazados un incentivo para identificarse como tales
ante el gobierno.
"Estamos viviendo un fenómeno de inscripción en
el registro de víctimas de personas de años anteriores, porque hasta la
expedición de la Ley de Víctimas teníamos una ley, que es la Ley de
Desplazados, que autorizaba el registro de personas desde el año 96
hacia adelante. Y ahora se extendió la posibilidad de registro a partir
del año 1985", le explicó Romero a BBC Mundo.
"Y dado que la Ley de Víctimas prevé la restitución de tierras, o la
posibilidad de que la gente reclame indemnizaciones monetarias por los
daños causados, es un estímulo muy fuerte", agregó.
Efectivamente, el informe del IDMC sugiere que
es sobre todo por eso que las cifras oficiales, que en diciembre de 2011
registraban "nada más" 3,9 millones de desplazados internos ahora
actualmente 4,9 millones (aunque esa cifra no ha sido confirmada por el
gobierno).
Pero, en su reporte, la organización también
advierte que al analizar esta cifras hay que tomar en cuenta que las
mismas son "acumulativas" y, por lo tanto, "no reflejan el hecho que
algunas personas desplazadas internas pueden haber regresado (a sus
lugares de origen), haberse integrado localmente o establecido en otras
partes del país".
En aumento
Tampoco hay que perder de vista, sin embargo,
que el proceso de registro de víctimas aún no ha concluido, ni que las
cifras oficiales no incluyen a los desplazados por causa de la violencia
ejercida por las bandas criminales de origen paramilitar, razón por la
que varias organizaciones de la sociedad civil estiman que el número
"real" de desplazados internos en Colombia es aún más alto de lo que
reconoce el gobierno: unos 5,5 millones de personas, según los cálculos
del IDMC.
"Las cifras son aculumativas y no reflejan el hecho que algunas personas desplazadas internas pueden haber regresado (a sus lugares de origen), haberse integrado localmente o establecido en otras partes del país"Y la violencia sigue generando desplazados y dificultando regresos.
Centro de Vigilancia del Desplazamiento Interno
De hecho, aunque los actuales flujos de
desplazados no se comparan con los que se podían observar hace una
década, la oficina local del Alto Comisionado de Naciones Unidas para
los Refugiados (ACNUR) ha manifestado su preocupación por el aumento en
el número de desplazados durante los últimos años.
Según ACNUR, en 2010 se contabilizaron 130.000
nuevas personas desplazadas internas en Colombia y la cifra aumentó a
143.000 el siguiente año.
"Y a través de su monitoreo de campo ACNUR estima que un número
similar o superior fue desplazado en 2012", informó la organización, que
también se dijo particularmente preocupada por el aumento de episodios
de desplazamiento masivo.
Efectivamente, los eventos de este tipo pasaron
de 57 en 2010, a 83 en 2011 y 137 el año pasado. Y la cifra ya va por 43
en los primeros tres meses del año.
En lo que no parece haber mayores cambios, sin
embrago, es en las causas de estos desplazamientos. Entre las más
frecuentes, según el reporte del IDMC, están la actividad de las bandas
criminales de origen paramilitar, los enfrentamientos entre guerrilla y
gobierno, las amenazas en contra de líderes y comunidades, el
reclutamiento forzado y los intentos de obligar a las comunidades a
participar en actividades ilícitas.
No en balde, los desplazamientos se concentran
en departamentos y municipios históricamente afectados por estos tipos
de violencia.
Y, así las cosas, todo parece indicar que el
número de desplazados internos en Colombia todavía podría continuar
aumentando por algún tiempo, por lo menos hasta que el diálogo de paz de
La Habana haga realidad su promesa.
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