Para el sufrimiento de algunos de nuestros
conspicuos “hacedores de opinión pública” (Miguel Guerrero, Juan Bolívar
Díaz, Colombo, Andrés L. Mateo, César Pérez, Hamlet Hermann y la
socióloga light, entre otros), el PRD se ha convertido en un partido
tipo Ping-Pong. Pero, ¿qué es un partido tipo Ping-Pong? Sencillo y
gráfico: es un partido político (¿lo será?) sin una estrategia política
unificada y coherente que, además, juega -como bola de Ping-Pong- en
cancha y raqueta ajena.
El primero en hacer de bola de Ping-Pong, fue el
mismísimo Hipólito Mejía y su PPH que después de denunciar, incluso
hasta en organismos internacionales, lo ilegítimo del actual gobierno
-con la excusa o “taparete” de Ley de Partidos-, casi deviene en vocero
oficial. Luego, Milagro Ortiz Bosch con el mismo proyecto de Ley de
Partidos en la Cámara de Diputados y el “fo” del otro PRD.
Sin embargo, hay otra lectura más cómica y
especulativa sobre el partido tipo Ping-Pong: que dice que, en el PLD,
uno se encarga de Miguel; y el otro de Hipólito (en una suerte de
corrida de toro). Eso aunque parezca espejismo o mentira, colinda mucho
con el partido tipo Ping-Pong que están proyectando los dos líderes
perredeístas. La otra lectura invertida es: que el PRD -divido:
Hipólito-Vargas- y sus mediáticos solapados-estratégicos jugaron dizque a
dividir y enfrentar a Leonel y a Danilo; pero sucedió lo contrario: se
dividieron ellos, y sus mediáticos, ante semejante analfabetismo
político-irreconciliable, andan haciendo oposición política-periodística
(¡nada nuevo!).
Pero el partido tipo Ping-Pong, es una nueva
tipología sociopolítica que se agrega a las ya existentes: “partido
bisagra”, “ventorrillo político”, “motoconchismo político”,
“borreguísimo”, “ñamerismo político” y el clásico y bien valorado, por
el sistema de partidos -sin excepción-, “clientelismo político”. Sólo
que, en el caso de la tipología partido tipo Ping-Pong, la situación es
más grave, pues, estaríamos hablando del todo -hoy dividido- de lo que
fue político-histórico: el partido “del jacho prendido”.
Tal situación es lamentable, ¿pero de quién es la
culpa?: ¿De la democracia? ¿Del PLD y Leonel Fernández? ¿De sus
mediáticos-estratégicos: intelectuales, libres pensadores y periodistas,
tan activos en sus roles de “hacedores de opinión pública” y de
luchadores contra la corrupción sólo pública (porque de la privada y de
la otrora perredeísta-gobierno, no hay quien le hable)?
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Fco. S. Cruz |
No, la culpa entera es del mismísimo PRD como
categoría política-histórica, como liderazgo “viejo-roble” que se
resiste a su “…último cuplé” -algo que a poco alcanza al PLD-, como
cultura de caos y de “sillazos” (o dicho de otro modo y la en opinión
del politólogo Belarminio Ramírez: “la pobreza en la organización de un
liderazgo para estos tiempos, ya que además de la cultura de caos y la
anarquía que es patológica entre los perredeístas, los dos principales
líderes de esa organización tienen un déficit de inteligencia
racional…”), como un perredeismo periodístico que se viste de “imparcial
y objetivo” para hacer oposición política a falta de un PRD unificado y
sin opción de poder. En fin, la culpa es de ellos, por dejarse dirigir
por instintos (Hipólito-Vargas), por odios y resentimientos de una
oposición política-periodística, bien concreta-visceral, cuyo único
objetivo político-electoral-generacional es Leonel Fernández, pero más
que ello, por no entender que ninguna sociedad se dejará dirigir por un
partido-caos y alentados por intelectuales frustrados que ni siquiera
confiesan su membrecía partidaria o estratégica, sencillamente, porque
les da vergüenza decir que son perredeístas.
Eso (el partido tipo Ping-Pong), y apelando a la misma frase de conjuro del vate L. Mateo, “…se jodió”.
Autor: Fco. S. Cruz
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