Hipolito Mejía. |
El sector perredeísta que sigue las orientaciones del presidente
Hipólito Mejía debería pensar bien lo que ha anunciado hará frente a la
convocatoria institucional para reunir mañana al Comité Ejecutivo
Nacional del PRD, porque eso de que Mejía y los demás sancionados por el
Consejo Nacional de Disciplina de la organización se presentarán a la
reunión con intención de participar en las deliberaciones, además de
constituir en sí otro acto de indisciplina es notoriamente un desafío y
una provocación peligrosa que ojalá no sea excusa para el desbordamiento
de las pasiones. Nadie en su sano juicio encuentra justificación para
que los dirigentes del PRD que están enfrentados en la crisis interna de
la organización se empecinen en seguir utilizando de punta de lanza, de
carne de cañón, de carnada, a la militancia y dirigencia de las bases
para dirimir sus diferencias.
Ese llamado imprudente al desafío de la
autoridad institucional es lo que tiene en situación interna incierta al
partido cuyas acciones han escrito tantas hermosas páginas de lucha por
la democracia y la libertad del pueblo dominicano. Eviten que el odio y
los egos sigan socavando, y también aniquilando, la historia del
partido blanco. No es lo mismo llamar tanto al diablo que verlo llegar…
Pagando las agrias
Elias Wessin Chavez. |
Con
el anunciado sometimiento judicial de Elías Wessin Chávez basado en una
auditoría de la Cámara de Cuentas a su gestión como administrador de
Bienes Nacionales, me dicen que se cumple aquello de que alguien ha de
pagar las chinas que salen agrias, ya que –de acuerdo a los datos que
conozco- cuando este caso se dilucide en los tribunales se podrán
conocer de muchos, muchos intereses personales que estarían moviendo
fichas en este proceso, y de hasta de qué es capaz cierta gente cuando
no se complacen pretensiones, que podrían lucir desproporcionadas, en
procura de beneficiarse a manos llenas de las facilidades que reporta el
ejercicio de funciones públicas de fiscalización y control de recursos
públicas. Que nadie se mueva de su asiento…
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