❝Al preguntársele sobre si sabía de su desvinculación, Amarante Baret señaló que no tenía “ni idea” de que esa acción había sido tomada en su contra❞.
Santo Domingo;- En el 2011, mientras en las filas del Partido de la Liberación Dominicana (PLD) se esperaba si el entonces presidente de la República, Leonel Fernández, se vería tentado por las “dos millones de firmas” y se decidiera por buscar un tercer periodo de Gobierno consecutivo, las aspiraciones de Danilo Medina se veían afectadas por esa situación.
Sin embargo, mientras la decisión de Fernández se hacía pública, múltiples dirigentes del partido de la estrella dorada comenzaba a darle su respaldo a Medina para que él fuera el candidato presidencial de esa organización política. Una de esas personas fue Carlos Amarante Baret.
Ya a mediados de ese año el dirigente peledeísta señalaba que Medina era la persona que más liderazgo tenía dentro del PLD y que su candidatura era una “de consenso”.
"Danilo construyó junto a ellos esa opción de poder. No es un accidente. Se consolidaron dos liderazgos, el de Leonel (Fernández), que sale por restricción constitucional, y el de Danilo", era la opinión expresada por Amarante Baret.
Al final, Fernández desistiría de optar por un tercer periodo de Gobierno y Medina se convertiría en el candidato presidencial del entonces partido oficialista, logrando vencer a Hipólito Mejía en las elecciones del 2012.
En el año 2013, Amarante recorrió el país dictando conferencias llamadas “Danilo, a un año de la victoria”.
Lo mismo repitió en el año 2017, esta vez con el nombre “Gobernando para la gente”.
Durante los ocho años de gestión de Medina, Amarante Baret resultó designado con la titularidad de dos ministerios, luego de ser parte de la comisión de traspaso gubernamental; siendo primero ministro de Educación y luego de Interior y Policía y a lo largo de esos dos gobiernos fue fiel defensor de la administración del expresidente.
Amarante afirmó en varias ocasiones que ese gobierno era uno “justo, honesto y transparente”, que actuaba “en defensa de los sectores más desposeídos con créditos oportunos al sector agropecuario y atención a la educación, a la salud y la creación de empleos”.
Además de señalar que Medina inauguró una “nueva forma de gobernar, cercana a los sectores pobres, con apoyo a la micro, pequeña y mediana empresa y a jóvenes emprendedores de los barrios populares”.
Al tiempo que recorrió el país indicando que la gestión presidencial del exmandatario había logrado mantener un equilibro macro económico, hecho crecer la economía, creando “cerca de medio millón de empleos en menos de cinco años, llevado el crédito y aumentado la productividad al campo, y sacado de la pobreza a un millón de dominicanos y a más de 480 mil de la extrema pobreza, mientras la economía decae en la mayoría de las naciones del área”.
Con esas declaraciones era claro que mientras se gestaba una división entre las corrientes de Leonel Fernández y Danilo, Amarante se ubicaría del lado del entonces presidente de la República, llegando incluso a manifestar que Medina era quien “dominaba el escenario político” dentro y fuera del PLD y emplazando a Fernández a que se retirara de la contienda presidencial, señalando que eso permitiría la “unidad” en el partido.
El comienzo del divorcio
En el 2018, aun cuando Medina no había decidido si realizaría o no una modificación a la constitución para optar por otro periodo a la cabeza del Poder Ejecutivo, Amarante dejó sus funciones como ministro de Interior y Policía y se lanzó como uno de los aspirantes presidenciales que respondían a la corriente de Danilo.
Aunque en esa corriente danilista por igual aspiraban Andrés Navarro, Francisco Domínguez Brito, Temistoclés Montas, Reynaldo Pared Pérez, Amarante entendía que él resultaría ser el favorecido con el apoyo de Medina debido a sus posturas en defensa de su Gobierno.
“Proclamo que el 16 de agosto de 2020 recibiré, de manera amigable, la antorcha de mando de parte de mi presidente Danilo Medina. Yo no quiero arrebatársela como quieren algunos”, manifestó en unas de sus actividades políticas en la carrera hacia las primarias del seis de octubre del 2019.
Cuando a finales del mes de julio de ese año Medina decide no reformar la Constitución, fue evidente que el candidato favorecido por el mandatario para las primarias sería el renunciante ministro de Obras Públicas, Gonzalo Castillo, quien sería el último en entrar a la puja.
La entrada de Castillo a la contienda causó “ronchas” en los aspirantes de la corriente danilista ya que señalaban que existía una “competencia desleal”, enfatizando que la publicidad estatal promovía los logros de este durante su gestión en el Ministerio de Obras Públicas y Comunicaciones.
Para finales del mes de agosto, Amarante decide retirarse de la carrera presidencial citando las “desigualdades internas verificadas en la carrera por la candidatura”.
“Por estas razones y después de escuchar y consultar con muchos de mis seguidores y amigos, he decidido dar un paso al costado en mis aspiraciones presidenciales, no presentándome para las elecciones internas del PLD y las elecciones nacionales de 2020”, expresaba Amarante.
Ruptura definitiva
Castillo terminaría siendo el candidato presidencial del PLD para las elecciones del 2020 y con un partido que se había dividido en meses anteriores, el mismo saldría del poder tras 16 años de Gobierno.
Tras esto, Amarante tomaría una posición menos protagónica durante la labor de oposición del PLD, sin embargo no fue tras los resultados electorales de las elecciones de este año, en donde comenzaría a poner en tela de juicio las decisiones tomadas por la cúpula del partido.
En julio de este año, encabezó la única corriente del PLD, junto a Domingo Contreras y el saliente senador por Barahona, José del Castillo Saviñón, que se mostró a favor de que el exmandatario Danilo Medina deje la presidencia de esa organización política.
“Es momento de que el compañero presidente reciba el apoyo necesario a su decisión ya anunciada y que su liderazgo juegue el rol que la coyuntura demanda, en el sentido de garantizar que el actual proceso concluya sin mayores traumas y podamos relanzar el partido”, expresó el mismo, resaltando que en ocho años, el PLD había perdido más de dos millones de votos a su favor.
Se recuerda que en los comicios del 2016, Medina resultó reelegido con un 61.74%; eso se redujo en 2020 cuando la candidatura de Gonzalo Castillo logró poco más de un 30%, mientras que la postulación de Abel Martínez en mayo pasado solo recibió el voto del 10.39% de los electores.
Amarante reafirmó sus acciones siendo uno de los pocos miembros del comité político que no solicitó un retorno de Medina a la presidencia del PLD y en los meses recientes ha criticado el manejo que ha tenido el congreso interno insistiendo en que el mismo está “mal enfocado”.
Justo este sábado, tras estas acciones, un tribunal disciplinario del partido morado decidió expulsar “de por vida y de manera deshonrosa” a Amarante Baret acusándolo de “atentar contra la unidad” de esa organización política.
“Ni idea”
Al preguntársele sobre si sabía de su desvinculación, Amarante Baret señaló que no tenía “ni idea” de que esa acción había sido tomada en su contra.
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