Los plazos se cumplen y el día 5 de julio
comienza una nueva historia para el país: Danilo habrá cumplido su
función como Chacumbele. Para eso dividió el PLD.
El ventrílocuo quiere cambiar su destino con el uso de los recursos del poder. Hasta buscó un muñeco que se le parece, pero no tiene a Leonel para retener el poder.
La fuga de peledeístas hacia las filas de Leonel Fernández y la falta de empatía de Gonzalo con el electorado han desesperado a Danilo.
Danilo ha invertido más de 140 mil millones de pesos en Gonzalo; lo pone de noche y día a repartir los recursos públicos; manipula para atemorizar con el Coronavirus; contrata encuestadoras que se venden al mejor postor; compra legisladores para extender su régimen que restringe a la oposición, pero Gonzalo no pega.
Al percatarse que nada de lo que hace influye en el votante, Danilo recurre a la carambola política de buscar achicar a Leonel para luego disparar todos los cañones hacia Luis. La certeza de que quedará en tercera posición lo desvela.
Las acciones del gobierno explican ciertos manejos para traumatizar las elecciones como el paniquear al votante con el supuesto aumento del Covid-19; no cumplir la fase 3; dislocar el padrón electoral, sobre todo en el extranjero y presionar los medios de comunicación para que sean transmisores de sus planes.
Con la puesta en escena de Gonzalo -un empresario que hace de la política un negocio-, Danilo se burla de los electores y cualquieriza el ejercicio del poder. El impreparado no debe ser presidente de la República. Gonzalo dijo que ampliaría lo hecho por Danilo y confesado nos encuentre Odebrecht. Gonzalo se parece a Danilo, pero peor porque es un muñeco.
Ante la eminencia de las elecciones Danilo lo único que quiere es forzar a que Leonel sea visto en tercer lugar. En lograrlo cifra su propósito de volver a gobernar.
Por Alfredo Freites ;-
El ventrílocuo quiere cambiar su destino con el uso de los recursos del poder. Hasta buscó un muñeco que se le parece, pero no tiene a Leonel para retener el poder.
La fuga de peledeístas hacia las filas de Leonel Fernández y la falta de empatía de Gonzalo con el electorado han desesperado a Danilo.
Danilo ha invertido más de 140 mil millones de pesos en Gonzalo; lo pone de noche y día a repartir los recursos públicos; manipula para atemorizar con el Coronavirus; contrata encuestadoras que se venden al mejor postor; compra legisladores para extender su régimen que restringe a la oposición, pero Gonzalo no pega.
Al percatarse que nada de lo que hace influye en el votante, Danilo recurre a la carambola política de buscar achicar a Leonel para luego disparar todos los cañones hacia Luis. La certeza de que quedará en tercera posición lo desvela.
Las acciones del gobierno explican ciertos manejos para traumatizar las elecciones como el paniquear al votante con el supuesto aumento del Covid-19; no cumplir la fase 3; dislocar el padrón electoral, sobre todo en el extranjero y presionar los medios de comunicación para que sean transmisores de sus planes.
Con la puesta en escena de Gonzalo -un empresario que hace de la política un negocio-, Danilo se burla de los electores y cualquieriza el ejercicio del poder. El impreparado no debe ser presidente de la República. Gonzalo dijo que ampliaría lo hecho por Danilo y confesado nos encuentre Odebrecht. Gonzalo se parece a Danilo, pero peor porque es un muñeco.
Ante la eminencia de las elecciones Danilo lo único que quiere es forzar a que Leonel sea visto en tercer lugar. En lograrlo cifra su propósito de volver a gobernar.
Por Alfredo Freites ;-
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