El escenario para los candidatos presidenciales Abinader, Gonzalo y Leonel ha cambiado, debido a que están concentrados en la lucha contra el coronavirus,,,
La pandemia de la COVID-19 generó una realidad muy distinta a la que
había en el país para las elecciones extraordinarias del 15 de marzo.
Ahora todo es confusión, incertidumbre, miedo y preocupación por un
futuro incierto especialmente en materia económica.
Para los aspirantes a la Presidencia, la pandemia agregó 49 días de
campaña si finalmente las elecciones pueden hacerse el 5 de julio. ¿Cómo
podría impactar la nueva realidad la competencia por la presidencia de
la República?
El escenario anterior a la pandemia era adverso al PLD y el gobierno,
por el hartazgo de la población, acusaciones de corrupción y la
división por la salida de Leonel de Fernández cuyo peso se evidenció en
la derrota de ese partido en las elecciones municipales.
Ahora esos temas salieron de la opinión pública y colocó al Estado en
el centro de todo lo que ocurre en el país al generar una paralización
casi total. La mejor muestra es el amplio programa de políticas sociales
que implementa y según la vicepresidenta de la República, Margarita
Cedeño, beneficia con 5 mil pesos adicionales a los más de 900 mil
beneficiarios de la Tarjeta Solidaridad, incluyó 600 mil nuevos y
evalúan un millón de nuevas solicitudes para integrarlos al programa.
Adicionalmente, el gobierno puso en marcha un paquete de medidas
económicas y un fondo provisional de compensación para los empleados
suspendidos de sus trabajos que otorga hasta 8 mil 500 pesos mientras
dure la emergencia.
Desde el punto de vista del manejo de la crisis, el gobierno luce
aceptable y la mayor crítica ha venido por no responder al llamado de
unidad nacional para enfrentar la pandemia que han hecho diversos
sectores. En el manejo de la COVID-19, el mayor cuestionamiento ha sido a
la lentitud en la aplicación de las pruebas de diagnóstico y la
dificultad para el acceso, así como la alta letalidad del virus en el
país que roza el 5%, la mayor en Centroamérica y el lugar nueve en toda
América Latina.
Políticamente, el Partido de la Liberación Dominicana (PLD) gana 49
días, por ahora, para mejorar su posicionamiento electoral para la
candidatura presidencial que según las encuestas independientes tenía
perdida si las elecciones se hubiesen celebrado el próximo 17 de mayo.
El problema del PLD ante la nueva situación podría radicar en su
candidato presidencial, Gonzalo Castillo, que ha mostrado dificultades
para plantear qué haría ante los problemas de la agenda país previo a la
pandemia, ahora los problemas son más profundos, de naturaleza distinta
y situaciones inéditas, lo que bien capitalizado por la oposición
podría terminar perjudicando a Castillo ante el electorado por no poder
convencer de que tiene la capacidad para manejar el país en crisis.
Hasta ahora ha basado su campaña en las donaciones, pero ha evadido
participar en espacios para plantear sus propuestas.
Abinader, dueño del escenario previo pandemia ¿y ahora?
El escenario anterior a la pandemia era favorable a Luis Abinader y el Partido Revolucionario Modero (PRM) para ganar las elecciones según todas las encuestas, pero ahora choca con tres situaciones nuevas: un escenario de crisis económica, tiempo adicional para las votaciones y una campaña para descalificarlo por parte del gobierno que hasta ahora no había tenido.
El escenario anterior a la pandemia era favorable a Luis Abinader y el Partido Revolucionario Modero (PRM) para ganar las elecciones según todas las encuestas, pero ahora choca con tres situaciones nuevas: un escenario de crisis económica, tiempo adicional para las votaciones y una campaña para descalificarlo por parte del gobierno que hasta ahora no había tenido.
El PLD y el gobierno habían concentrado todos sus esfuerzos en anular
a Leonel Fernández del escenario político, pero ahora el PLD enfiló
cañones contra Abinader que lo descalifica para gerenciar la crisis.
Hasta los donativos de Abinader son el blanco de ataques por el propio
ministro de Salud, Rafael Sánchez Cárdenas, que se ha encargado de
criticar un hospital provisional que donó el PRM en La Vega para
enfrentar la COVID-19.
A la crisis Abinader ha respondido con donativos en lo que parece una
competencia con el candidato oficialista de quien aporte más ante la
crisis. Abinader también hace algunas críticas al gobierno,
especialmente por no responder al llamado de unidad para enfrentar la
pandemia. Su estrategia parece enfocada en mantenerse en un punto
intermedio de propuestas y donaciones, una visión que le dio resultado
antes del Covid-19, ante los ataques a muerte entre el PLD y Fernández.
El mayor problema de Abinader estaría en si podrá convencer al
electorado de que es la persona ideal para dirigir al país en los
próximos cuatro años para salir de la crisis que recibirá.
Leonel, probado en gerencia de crisis
En el caso de Leonel Fernández, el giro que ha dado el escenario
también lo beneficia, pues no solo gana tiempo para un posible repunte
en la intención de votos, sino que la nueva realidad le otorga una gran
ventaja frente a Gonzalo Castillo y Luis Abinader, pues el expresidente
es un político experimentado que tiene como sus principales luces haber
tomado el país en tiempos de crisis y gerenciado con éxito esas
situaciones, como la que recibió en el 2004 y luego la crisis económica
del 2008.
De hecho, el expresidente se ha adueñado del escenario de los medios
de comunicación para explicar la situación y las posibles soluciones, no
solo en el plano nacional sino internacional y de hecho, su sugerencia
de que la crisis merece una respuesta global ha sido el discurso que ha
primado en los líderes internacionales. En lo local, muchas de las
sugerencias que ha hecho para políticas sociales han sido implementadas
por el gobierno y lo propio en lo económico.
Fernández se ha distanciado de la estrategia de donaciones, aunque
hace aportes es obvio su táctica política no tiene ese enfoque, tal vez
su propio experiencia ha enseñado de lo imposible de competir con el
Estado. Lo que si ha hecho Fernández es aprovechar los puntos débiles
del gobierno para asumirlo como tema, como la falta de pruebas para
detectar contagios y las dificultades de acceso. Igualmente, se ha
colocado al lado de los excluidos de los programas de ayuda del gobierno
y aboga por un monto mayor de hasta 15 mil pesos a los suspendidos de
su trabajo que están en los programas y la inclusión de los que no se
han beneficiado.
La desventaja de Fernández radica en la estructura partidaria y el
apoyo económico que podría lograr para su proyecto político, pues
compite con dos partidos (PLD y PRM) que en las elecciones municipales
polarización el voto, aunque hay que reconocer que la gran apuesta del
partido Fuerza del Pueblo y sus aliados es la candidatura presidencial.
Fernández también luce atrapado en la estrategia de polarización del PRM
y el PLD y las encuestas de ambos grupos lo colocan cada vez más
disminuido en el tercer lugar. La respuesta del grupo del expresidente
publica sus propias encuestas en las que aparece en segundo lugar, pero
el reto del expresidente es hacer que la gente prefiera su experiencia
para el manejo de la crisis, ante dos competidores que tienen que
demostrar su competencia.
Por Yanessi Espinal ;-
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