Los elementos implicados convierten las primarias del PLD en elecciones presidenciales.
Esto implica un cuidado especial porque es la primera vez que en
democracia se pretende la reelección por interpósita persona. Gonzalo es
representación de Danilo, es impreparado, pero el patrón no encontró
otro. Trujillo ponía mejores.
Además, iniciamos un sistema de votación electrónica. Es un avance que no es invulnerable a malas mañas.
El uso de todos los recursos del poder para que gane Gonzalo Medina
atropella con una práctica que afecta la democracia y borra los medios
de comunicación independientes como el programa de Marino Zapete. Eso
preocupa.
El ambiente reclama el conteo manual de los votos sin invalidar el
uso de las máquinas. Habría mayor transparencia. Las urnas donde
depositarán los comprobantes de votación no es zafacón sino un espacio
de certificación. El sistema nuevo no ha sido auditado. Existe mucha
ignorancia de un lado y mala fe de otra. Todos lo sabemos.
La JCE no pierde nada con cuentas claras. Las primarias podrían ser
una muestra de la efectividad del nuevo sistema. Los comprobantes o
vouchers que emite la máquina son para certificar una operación.
Contrario a las tarjetas de crédito los ciudadanos no quedan con
certificación, la tienen que hacer en las mesas los delegados políticos.
Estoy seguro de que los miembros de la JCE no desconfían, pero
mensualmente verifican los vouchers con el listado del Banco. En las
primarias está en juego el poder. Arrimen claridad al proceso. El conteo
manual refuerza las próximas elecciones.
Lo que abunda no daña.
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