Francisco recibe un informe detallado sobre los procesos judiciales
afrontados por ex presidentes latinoamericanos y otros líderes sociales
de la región; muestra preocupación por el uso selectivo de la justicia
por intereses políticos-
El Papa está preocupado por el Estado de derecho en América
Latina. Y por el uso selectivo de la justicia para inhabilitar a líderes
políticos y sociales en la región. Un fenómeno que los especialistas
bautizaron como “lawfare”, es decir “guerras judiciales”. Francisco
recibió en las últimas horas un detallado informe sobre la situación
procesal de algunos personajes latinoamericanos, entre ellos los ex
presidentes de Brasil, Luis Inacio “Lula” da Silva, de Ecuador Rafael
Correa y de Argentina, Cristina Fernández.
El pontífice recibió durante 45 minutos, y en un ambiente
distendido, a un grupo de juristas latinoamericanos, quienes le
entregaron el reporte. El encuentro tuvo lugar en su residencia del
Vaticano, la Casa Santa Marta, la mañana de este martes 11 de diciembre.
Los participantes fueron el abogado argentino Roberto Carlés, la
brasileña Carol Proner, Grazia Tuzi, militante social italiana y Chico
Buarque, músico de Brasil.
“El motivo de la reunión fue el de presentarle al Papa fue
este informe elaborado por la Asociación de Jueces para la Democracia de
Brasil, junto con otros juristas, sobre la situación del Estado de
Derecho en América Latina”, explicó Carlés en declaraciones al Vatican Insider.
Precisó que los documentos entregados explican
“puntualmente” la situación procesal de distintos líderes políticos
latinoamericanos, quienes han sufrido procesos penales en los últimos
años. La mayoría de ellos, denunció, “están sometidos a estas
investigaciones imparciales, con violación a garantías constitucionales y
una abierta violación a los principios del Estado de derecho, como se
está viendo en los distintos países”.
“El Papa por supuesto, comparte esta preocupación”, subrayó
Carlés, quien conoce a Jorge Mario Bergoglio desde hace muchos años
atrás, incluso desde su juventud cuando estudiaba en un colegio
religioso de Buenos Aires.
“El ambiente de la reunión fue cordial, distendido, nos
conocemos hace tiempo y si, en principio nos hemos propuesto informarle
en forma permanente de los distintos avances y cambios, la evolución de
las situaciones de los políticos”, abundó.
Carlés quiso destacar una precisión: El Papa condena la
corrupción, y lo ha dejado de manifiesto en numerosas ocasiones, incluso
desde muchos años antes de ser elegido Papa. El abogado recordó que
Bergoglio ha escrito libros y pronunciado muchas homilías deplorando la
corrupción, “con claridad y sin excepciones”.
Este detalle no es menor, porque los ex presidentes
mencionados (Lula, Correa, Fernández), afrontan múltiples acusaciones
por corrupción e incluso uno de ellos, el ex mandatario brasileño, se
encuentra en la cárcel luego de un proceso judicial cuestionado por
organizaciones y juristas de alto nivel internacional. Otra cosa asemeja
a estos personajes: todos cuentan con gran capital político y podrían
competir para ganar cargos políticos.
Por eso, Carlés también aclaró: “Aquí lo que preocupa es la
instrumentalización de la corrupción para otros fines”. Hizo también
referencia a una “judicialización selectiva” de la política, lo cual -en
el informe entregado al Papa- es considerado como “uno de los mayores
peligros para la democracia en el mundo y no sólo en América Latina”.
Durante el encuentro con el líder católico, el grupo se
comprometió a seguir entregando estos informes cotidianamente a
Francisco y a sus colaboradores más cercanos. Además de encontrarse con
el pontífice, también se reunieron con otras personalidades de la Curia
Romana: Guzmán Carriquiry Lecour, secretario con cargo de vicepresidente
de la Pontificia Comisión para América Latina y Marcelo Sánchez
Sorondo, canciller de la Pontificia Academia para las Ciencias
Sociales.
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