He querido titular este articulo con una
expresión del Papa Francisco pronunciada en ocasión del Bicentenario de
la Independencia de su Patria, Argentina. El Papa Francisco
reconceptualizó la idea de Madre Patria, al considerar el territorio
argentino como la de una madre a la que sus hijos aman y defienden. Y
nos dice: “Sentimos hondamente en el corazón que a la madre no se le
vende, no se la puede venderÖy tampoco a la madre Patria”, reflexionó el
Santo Padre.
El interés de transcribir las expresiones del Papa Francisco viene en ocasión de que el pasado Viernes Santo curas católicos abanderados del fusionismo con Haití arremetieron contra una supuesta xenofobia y discurso de odio que, a su decir, está dominando el creciente movimiento nacionalista en defensa de la República ante la invasión pacifica y masiva de ilegales haitianos.
El ataque desesperado de la corriente fusionista de la Iglesia Católica que encabeza el Arzobispo Francisco Osoria se produce como un intento desesperado de frenar el despertar del pueblo dominicano ante el peligro y desafío que representa la invasión haitiana y procura el objetivo de inhibir a todo dominicano que le duela su país a expresarse públicamente en defensa de su Nación.
Se quiere manipular la opinión pública planteando que quien defiende su país ante la invasión haitiana es un “xenófobo”, “propiciador de odio y de persecuciones contra los inmigrantes haitianos”. Procuran con ello estigmatizar a los que se atrevan a alzar su voz frente a lo que está ocurriendo a la vista de todos en toda la geografía nacional con el fenómeno que ya no es migratorio, sino una verdadera ocupación pacífica. Si usted calla sobre el tema o se pronuncia, por el contrario, a favor de los haitianos, usted pasa automáticamente a formar parte del sector “liberal y progresista” del país.
Esto es un viejo chantaje mediático que ha logrado adormecer e inhibir a muchas personas de pronunciarse responsablemente por el temor a ser castigados a través del látigo del estigma social de ser considerado de ultra derecha, racista y xenófobo.
Los curas fusionistas encabezados por Osoria plantean públicamente que esta tierra es patria común de los haitianos. No entienden, o no quieren entender, que la solidaridad cristiana no puede representar la entrega, la ruina y la destrucción de la Patria. Se niegan a aceptar que nuestra solidaridad con el pueblo haitiano tiene un limite lógico y racional que nos impide hacernos cargo de los graves y vastos problemas del pueblo más pobre del hemisferio occidental, sin que para ello no tengamos que hundir a nuestro pueblo y condenar su suerte al no poder mejorar ninguno de los índices de desarrollo humano de su gente.
Como bien dice el Papa Francisco, nuestra tierra, al igual que la de él, Argentina, es nuestra Patria; es como nuestra madre a la que no podemos vender a potencias extranjeras en procura de hacernos cargo de la desgracia del pueblo haitiano en el territorio dominicano.
Los curas fusionistas, al igual que otros grupos antinacionales, creen erróneamente que la resistencia a los planes de fusión RD- Haití están encabezados por una supuesta élite de ultraderecha, en cuya cabeza sitúan a nuestro Partido Fuerza Nacional Progresista.
Se equivocan totalmente. La lucha contra los arteros planes de fusión y de destrucción de la Patria de Duarte la encabezará principalmente el pueblo llano, por tratarse de una lucha por espacios vitales de subsistencia y preservación de los valores de esta Nación.
Ningún cura fusionista es más sensible y humanista que los verdaderos nacionalistas. Como he dicho en otras oportunidades, el nacionalismo dominicano no alberga odio en su corazón, no propone violencia alguna ni contra haitianos ni contra ningún ciudadano; sólo está impulsado por un gran amor a su país, a su tierra y a sus valores y pueden estar seguros que los defenderán en cualquier terreno que ameriten las circunstancias.
Defenderemos nuestra Patria guiados por su lema sacrosanto Dios, Patria y Libertad; cubiertos con la bandera tricolor, la única en el mundo que tiene en su centro una Cruz y una Biblia abierta puesta allí por los fundadores de la República Dominicana para encomendar a Dios su suerte.
Venceremos el fusionismo.
¡Viva la República Dominicana!
Por Vinicio Castillo Semán ;-
El interés de transcribir las expresiones del Papa Francisco viene en ocasión de que el pasado Viernes Santo curas católicos abanderados del fusionismo con Haití arremetieron contra una supuesta xenofobia y discurso de odio que, a su decir, está dominando el creciente movimiento nacionalista en defensa de la República ante la invasión pacifica y masiva de ilegales haitianos.
El ataque desesperado de la corriente fusionista de la Iglesia Católica que encabeza el Arzobispo Francisco Osoria se produce como un intento desesperado de frenar el despertar del pueblo dominicano ante el peligro y desafío que representa la invasión haitiana y procura el objetivo de inhibir a todo dominicano que le duela su país a expresarse públicamente en defensa de su Nación.
Se quiere manipular la opinión pública planteando que quien defiende su país ante la invasión haitiana es un “xenófobo”, “propiciador de odio y de persecuciones contra los inmigrantes haitianos”. Procuran con ello estigmatizar a los que se atrevan a alzar su voz frente a lo que está ocurriendo a la vista de todos en toda la geografía nacional con el fenómeno que ya no es migratorio, sino una verdadera ocupación pacífica. Si usted calla sobre el tema o se pronuncia, por el contrario, a favor de los haitianos, usted pasa automáticamente a formar parte del sector “liberal y progresista” del país.
Esto es un viejo chantaje mediático que ha logrado adormecer e inhibir a muchas personas de pronunciarse responsablemente por el temor a ser castigados a través del látigo del estigma social de ser considerado de ultra derecha, racista y xenófobo.
Los curas fusionistas encabezados por Osoria plantean públicamente que esta tierra es patria común de los haitianos. No entienden, o no quieren entender, que la solidaridad cristiana no puede representar la entrega, la ruina y la destrucción de la Patria. Se niegan a aceptar que nuestra solidaridad con el pueblo haitiano tiene un limite lógico y racional que nos impide hacernos cargo de los graves y vastos problemas del pueblo más pobre del hemisferio occidental, sin que para ello no tengamos que hundir a nuestro pueblo y condenar su suerte al no poder mejorar ninguno de los índices de desarrollo humano de su gente.
Como bien dice el Papa Francisco, nuestra tierra, al igual que la de él, Argentina, es nuestra Patria; es como nuestra madre a la que no podemos vender a potencias extranjeras en procura de hacernos cargo de la desgracia del pueblo haitiano en el territorio dominicano.
Los curas fusionistas, al igual que otros grupos antinacionales, creen erróneamente que la resistencia a los planes de fusión RD- Haití están encabezados por una supuesta élite de ultraderecha, en cuya cabeza sitúan a nuestro Partido Fuerza Nacional Progresista.
Se equivocan totalmente. La lucha contra los arteros planes de fusión y de destrucción de la Patria de Duarte la encabezará principalmente el pueblo llano, por tratarse de una lucha por espacios vitales de subsistencia y preservación de los valores de esta Nación.
Ningún cura fusionista es más sensible y humanista que los verdaderos nacionalistas. Como he dicho en otras oportunidades, el nacionalismo dominicano no alberga odio en su corazón, no propone violencia alguna ni contra haitianos ni contra ningún ciudadano; sólo está impulsado por un gran amor a su país, a su tierra y a sus valores y pueden estar seguros que los defenderán en cualquier terreno que ameriten las circunstancias.
Defenderemos nuestra Patria guiados por su lema sacrosanto Dios, Patria y Libertad; cubiertos con la bandera tricolor, la única en el mundo que tiene en su centro una Cruz y una Biblia abierta puesta allí por los fundadores de la República Dominicana para encomendar a Dios su suerte.
Venceremos el fusionismo.
¡Viva la República Dominicana!
Por Vinicio Castillo Semán ;-
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