En su segunda semana ardiendo, el vertedero de basura de Haina ha
dispersado suficiente humo como para afectar a gran parte de la
población con problemas respiratorios.
Lo que describía la gente entrevistada por reporteros del LISTÍN
DIARIO, es su desesperación ante el hecho de tener que soportar por más
de trece días el humo asfixiante de basura consumida por el fuego.
“Es una penuria terrible (soportar el humo). Necesitamos salidas
reales a esta situación”, declaró Rosa Checo, residente en la
urbanización “Don Gelo”, próximo al vertedero del municipio.
Aunque
brigadas del cabildo local y tropas de bomberos han estado luchando por
extinguir el fuego, hasta ayer no lo habían conseguido y la población
sigue soportando –sin alternativas- las consecuencias de la propagación
de la humareda.
Otra vez queda al desnudo el serio problema de la falta de una
política pública para encarar la necesidad de superar prácticas arcaicas
en el vertido (por parte de los ciudadanos) de basura, su recogida,
traslado y disposición fi nal por la autoridad.
El Ministerio de Medio Ambiente y Recursos Naturales ya tienen 17
años trabajando en sus atribuciones legales y constitucionales, pero el
problema de la proliferación de vertederos improvisados, sin ningún
control y mucho menos un plan de manejo, no ha hecho otra cosa que
extenderse.
Ya vivimos meses de angustia en la ciudad de Santo Domingo por los
conflictos y limitaciones del vertedero de Duquesa, lo que afectó la
limpieza de la Capital, pero no exageramos al decir que lo que sucede
hoy en el vertedero de Haina, no dista mucho de lo que pasa en la
mayoría de las ciudades del resto del país.
Ante problemas tan potencialmente atentatorios contra la salud
colectiva, el gobierno y los cabildos no pueden limitarse a “buscar una
salida”, sino que a la par de conjurar la situación aguda que padece la
población, es necesario plantearse encarar la naturaleza crónica de esa
amenaza.
En poco más de un año de la actual administración del cabildo de
Santiago de los Caballeros, el que fuera un grave problema de esa ciudad
cosmopolita parece controlado mediante un sistema de reciclado y
aprovechamiento que debe ser estudiado por las autoridades nacionales y
la Liga Municipal Dominicana, para ver si es viable en otras
demarcaciones.
La realidad es que el de la basura es un problema que con el tiempo solo se complica y no debe seguir así.
Tomado del editorial de
de la fecha
No hay comentarios:
Publicar un comentario