Así anda el país:
ï Una estructura que asemeja la emblemática torre Eiffel, de París,
se ha convertido en la gran novedad de los capitaleños y abre un debate
nacional.
ï El spot de Hipólito Mejía sobre las consecuencias, y por ende
llamando a la prevención, de los accidentes de tránsito, ha armado un
‘revuelo’.
Los ‘poderes especiales’ al presidente Danilo Medina para
enfrentar con rapidez y mayor eficacia los efectos de las lluvias en
varias regiones del país, ha ‘despertado ojerizas’ en la oposición
política,
pero exigen que el gobierno se ‘vuelque’ en ayuda a los
damnificados y que restaure rápidamente las estructuras viales, plantas
físicas y predios agrícolas seriamente afectados.
ï Un grupo de dirigentes de partidos de oposición va ante el Pleno de
la Junta Central Electoral a exigirle una reestructuración del gabinete
del organismo, con cargos específicos que deben ser relevados ‘de
inmediato’.
ï El lío de los reformistas se lo ‘cargan’ al Gobierno y hasta ponen
en dudas la seriedad de la operación a que fuera sometido Quique Antún.
ï El PRM se queja de los préstamos internacionales para cumplir el
presupuesto del próximo año, pero exige que aumenten los salarios, que
no se despida a nadie, que no se aumenten ni se presione con el cobro de
impuestos.
ï Funcionarios públicos nombrados por decreto y electos en mayo
pasado, no cumplen con la obligación de depositar su declaración jurada
de bienes y lo toman a relajo.
Cuando nimiedades como estas conforman la ‘problemática nacional’,
entendemos por qué el sistema estructural de nuestra cotidianidad se
puede definir en la frase popular manida de que ‘aquí, to’e to y na’e
na’.
Esta experiencia la viví en esta semana tras una extensa conversación
con empresarios extranjeros, que con muchas ganas y expectativas de
invertir en el país, me bombardearon un rosario de interrogantes de como
somos y nos desenvolvemos, porque no muchas cosas que habían oído no
las entendían por ‘insólitas’.
Ellos terminaron creyendo que aquí estamos ‘patas arriba’. Yo, en
cambio, entendí mucho mejor este país de ‘chercha’ y baile, donde se
celebra con todo el furor no importa si suspenden las fiestas, si media
república esté inundada, si el ‘doble’ se debe desde marzo o abril o si
los delincuentes se sienten tan empoderados de su fuerza que no temen a
altos militares y los asaltan, los atacan y hasta matan.
Por Ruddy L. González ;-
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