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Esta imagen, grabada por una cámara de seguriad y subida a las redes sociales, recoge el momento en que un hombre, armado de pistola, penentra a un nogocio donde atraca a su propitario. |
Recomendación
de experto: “Si necesita trabajadores en su casa, indague si son
conocidos, especialmente vigilantes privados, jardineros, electricistas,
plomeros y albañiles.
Santo Domingo;- Durante un asalto o robo un ciudadano tiene, si es la víctima, dos
cosas básicas que perder: sus pertenencias o su vida. O ambas, a la vez.
Crueles e irreverentes, ellos, los asaltantes, según expertos
dominicanos en seguridad, apenas necesitan de un minuto para robar. Y
ese tiempo les basta para sacar su arma y matar.
Muchas muertes, en estos casos, son causadas por resistencia al atraco.
Y si alguien trata de proteger a su víctima, también tirarán del gatillo y volver a matar.
Entonces, ¿cómo comportarse un ciudadano ante semejante trance? Bien,
como el asaltante siempre va por lo primero, obrar con buen juicio e
inteligencia son las mejores “armas” inofensivas del ciudadano para no
terminar perdiendo algo único e irrecuperable: la vida.
En medio de un clima tan cargado por el temor que genera la acción
delictuosa, la gente conoce pocas formas para encarar este mal.
Con tan escasas opciones en medio de tal apuro, muchas veces lucha
para proteger sus bienes y sus vidas, aunque regularmente a un costo de
más perjuicio que favor.
Pero, detrás de ese dolor llega un alivio. Ahora ha aparecido una ayuda que podría cambiar esa incertidumbre.
Recuperado de una gaveta donde llevaba años reclinado, bien ordenado
en renglones, repleto de consejos e ilustraciones sobre protección
personal, Listín Diario ha liberado de inmovilidad y abre al público un
Manual de Protección Ciudadana que puede, más que contribuir a proteger
cosas materiales, salvar muchas vidas humanas.
Con una población dispuesta a reconquistar la paz y liberar sus
espacios de la sombra de la delincuencia, y una Policía bajo vientos de
cambio y resuelta a la batalla contra ese flagelo, este documento
constituye una ayuda adicional para que la gente se prepare y enfrente
correctamente cualquier ataque.
El Manual enseña, con lenguaje llano y claro, todos los modos y
medios de que se valen los bandidos para atacarle, robarle y hasta
quitarle la vida. Su autor es el coronel Ramón Alcides Rodríguez Veras,
un joven consultor en seguridad.
Contiene recomendaciones para eliminar numerosas fuentes de amenazas a
la seguridad de la gente en múltiples circunstancias. Es una guía para
colaborar con su propia seguridad, en medio de un ataque sorpresa o
emergencia, cuando el agente del orden no está cerca.
Delincuentes hicieron su aporte
El dato curioso que encierra esto es que, paradójicamente, parte de
estas recomendaciones fueron aportadas por delincuentes que terminaron
en prisión por crímenes y delitos diversos, según su autor.
Este manual de instrucción explica como prepararse y estar prevenidos
para una acción delictiva, como “fingir y engañar” al atacante,
evitar el enfrentamiento cara a cara, conservando una actitud serena y
mantener el control.
Entre dos tipos de delincuente existentes hay profesionales y
novatos. Estos últimos son más peligrosos, porque al momento del asalto
estarán más nerviosos. Además de robar, estos violan y matan a sus
víctimas.
La orientación, paso a paso
La mejor opción que tiene un ciudadano es prevenir, estar alerta y, por
encima de todo, evitar situaciones de riesgos. Se sugiere no discutir
con el delincuente ni resistirse o perseguirlo, porque si alguien se
envalentona ellos van a disparar.
Por eso, se aconseja mantener la calma y no hacer gestos bruscos, no
gritar, ni permitirlo a sus acompañantes, pues muchas veces los
delincuentes actúan bajo el efecto de alcohol o drogas.
Si anda con niños o ancianos, dele ánimo diciéndoles que todo terminará pronto.
Mucha cautela si anda armado
Si tiene armas actúe con cautela, porque los malhechores, cuando sienten
estar en peligro o bajo amenazas, disparan. Si le piden el dinero, no
se niegue. Recuerde que si miente diciendo que no tiene puede enojarlos y
estos le causarán daño.
Esta gente no va a pensar si la víctima saldrá herida o muerta ni si
serán apresados y enjuiciados. Estos individuos, simplemente,
dispararán.
Además, cuando alguien trata de reprimir un asalto está arriesgando su vida y la de aquellos que le rodean.
El delincuente expresa su estilo al momento de ejecutar sus acciones. A esto se le llama Modus Operandi, su modo de actuar.
Se basa en que todos los individuos desarrollan y conservan rasgos,
ademanes y maneras de hacer las cosas, y esto como medio para
identificarlos. Esta tendencia la tienen también los delincuentes. Aquí
un ejemplo: un ladrón en casas habitadas se dedicará a este tipo de
hurto y rara vez cometerá otra clase de delito; un ladrón de prendas o
de productos farmacéuticos rara vez se convertirá en un ladrón en casas
habitadas; un ratero de tiendas rara vez se convierte en un asaltante o
atracador.
“Es por esto que podemos decir que un ladrón deja su tarjeta de
visita en el lugar donde comete su crimen”, afirma el coronel Ramón
Alcides Rodríguez Veras, autor del Manual de Protección Ciudadana. Por
tanto, agrega, “el lugar y la manera de actuar lo identifican y hacen
más fácil relacionar un delito con un delincuente conocido”.
Sea buen observador
Es importante aprender a ser buen observador. Para lograrlo, basta con
poner en práctica recomendaciones que, aprendidas y practicadas en
cualquier individuo, habrán de convertirle en una persona con capacidad
para recordar los rasgos esenciales para identificar a un asaltante, en
caso de ser víctima o testigo de un atraco.
UNA CONDUCTA QUE AYUDA A CAPTURA DE CULPABLES
Memorizar, anotar datos
Memorizar, anotar datos
Si es víctima o testigo de un asalto, observe, estudie y memorice bien
cada detalle para que pueda recordar e identificar con precisión al
delincuente.
Deberá recordar detalles como el tipo de vehículo, número de placa,
marca, color y modelo; color del asaltante, edad, peso y estatura
aproximada; color y tipo de pelo (también si es corto, largo...); barba o
bigote (qué tipo); clase y detalles de la ropa, marcas raras,
cicatrices y tatuajes, largo de brazos, piernas.
También anote si usa anillo, reloj, guillo, cadenas, aretes, máscara,
careta, pasa montaña, careta de media, su forma de hablar, caminar,
armas y que tipo de estas. No olvide que mientras más precisa sea su
información, mayores serán las posibilidades de localizar al delincuente
y recuperar los objetos sustraídos.
Si son varios los agresores, procura concentrarte en uno de ellos, el
que tenga más próximo o el que más se destaque. Esto servirá para
descubrir posteriormente al resto del grupo.
El valor del vecindario

Evite indicaciones obvias de que no está en casa. El portón del
garaje abierto y el cúmulo de periódicos o cartas frente a la casa
indican que los propietarios han salido de vacaciones. Sería conveniente
coordinar con un vecino para que los recoja diariamente.
El ladrón activa la alarma como prueba y se esconde para ver si se
presenta el propietario o la policía. Al cabo de un rato puede comprobar
que nadie hizo caso. Entonces el ladrón entra en la vivienda y pone
manos a la obra. Contrate un sistema de alarma contra intrusos e
incendios, conectado a una central de monitoreo.
En caso de salida momentánea, deje siempre encendido su equipo de
radio o televisión, para dar la impresión de que hay alguien en la casa.
Un dicho muy valioso
No olvide que “la ocasión hace al ladrón”. Curiosamente, las
circunstancias para cometer un delito son, generalmente, dadas por la
víctima. A la salida y retorno a casa asegúrese de que en el entorno no
hay nada extraño ni le sea amenaza a usted o a sus bienes.
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