El segundo suele aparecer en reposo y en pacientes jóvenes
A. TORELLÓ. BARCELONA. Es importante
saber diferenciar entre el dolor de espalda mecánico y el inflamatorio.
Un aspecto que en ocasiones pasa desapercibido entre los pacientes y
provoca el diagnóstico tardío. Además, las alternativas terapéuticas
entre los dos dolores de espalda son diferentes, por ello es esencial
detectar los síntomas que los diferencian. Bajo esta premisa se ha
puesto en marcha recientemente el programa europeo ‘No le des la
espalda”, una campaña de concienciación e información para reducir el
retraso diagnóstico de las patologías asociadas al dolor de espalda
inflamatorio.
Hasta el 80% de la población tendrá
dolor de espalda en algún momento de su vida, la mayoría por causa
mecánica. De estos,una de cada cinco personas tendrá dolor de más de
tres meses de duración, y en uno de cada 20 pacientes será de origen
inflamatorio. La mayor parte de patologías que afectan a la columna,
como la artrosis, el desgaste o la generación de discos, entre otras,
son culpables del dolor de espalda mecánico. El dolor inflamatorio, en
cambio tiene unas causas médicas muy distintas, que van desde tumores,
infecciones vertebrales o enfermedades inflamatorias de columna como son
las espondiloartritis axiales. En pacientes por debajo de los 40 años
la causa más frecuente suele ser precisamente esta última.
“Es importante distinguir estas causas
porque son muy diferentes. Para ello los reumatólogos hemos creado un
cuestionario de cinco preguntas”, apunta Jordi Gratacós Masmitja,
consultor del servicio de reumatología del Hospital Universitario Parc
Taulí de Sabadell. Las preguntas son: ¿comenzaste a tener dolor de
espalda antes de cumplir los 40 años?, ¿tu dolor de espalda se ha ido
incrementando gradualmente?, ¿mejora tu dolor de espalda con la
actividad/el movimiento?, ¿te parece que tu dolor de espalda no mejora
cuando descansas? y ¿tu dolor de espalda te despierta por la noche y te
obliga a levantarte? “La respuesta afirmativa a cuatro de ellas permite
sospechar de un dolor inflamatorio y, por tanto, diferenciarlo del
mecánico”, señala Gratacós. Este especialista explica que estas cinco
cuestiones diferencian el dolor mecánico del inflamatorio y destaca que,
tal y como refleja una de las cuestiones, sitúan a este último en
pacientes jóvenes. “Se tiende a asociar que el dolor de espalda es una
patología que afecta únicamente a personas mayores, pero ésta es sólo
una característica del mecánico”, asegura.
Otra característica diferenciadora es
que el dolor inflamatorio es de inicio insidioso sin causa aparente,
duele en reposo e, incluso, puede mejorar con el movimiento. “Ocurre
exactamente lo contrario que con el dolor mecánico, que siempre suele
tener una causa inicial, como puede ser agacharse”, explica este
especialista.
En España, el retraso diagnóstico desde
el inicio de los primeros síntomas del dolor de espalda crónico puede
llegar a ser de entre siete y nueve años en patologías asociadas a dolor
de origen inflamatorio como la espondiloartritis axial. Un diagnóstico
precoz y un tratamiento específico son esenciales para reducir la lesión
estructural y, posiblemente, a la larga la discapacidad de estos
pacientes. “En la actualidad disponemos de medicamentos capaces de
frenar y evitar la progresión de la enfermedad, de allí la importancia
de la detección precoz”, recalca Jordi Gratacós.
En el marco de la campaña ‘No le des la
espalda’, se llevarán a cabo actividades de concienciación en varias
ciudades de España en los próximos meses para mejorar el diagnóstico del
dolor inflamatorio. Esta iniciativa se ha puesto en marcha por
reumatólogos españoles con el apoyo de la farmacéutica Abbvie y de
diferentes asociaciones de pacientes y sociedades científicas.
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