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Un niño herido en el hospital Al Shifa este lunes Los médicos en Gaza dicen estar "más y más desesperados". |
"En un cuarto del hospital kuwaití en Rafah, en la
Franja de Gaza, los cadáveres de cuatro niños son apilados en una nevera
para helados y comestibles, porque ya no hay espacio en las morgues".
BBC Mundo;-"Frente al edificio yacen los cadáveres de toda
una familia, mientras los cuerpos más pequeños son besados por mujeres
que sollozan".
La escena atestiguada hace 24 horas
por un corresponsal de la agencia Associated Press en Gaza apunta al
horror que los médicos presentes en el territorio deben confrontar cada
día.
Sólo el domingo hubo más de 180 bombardeos
israelíes en Gaza según corresponsales y el número de palestinos
muertos, en su mayoría civiles, supera 1.800 desde el inicio de la
ofensiva hace cuatro semanas.
"Yo operé a un niño de 8 años que había perdido a toda su familia y la mitad de su cara, incluyendo un ojo (...) No tiene futuro, y todo el tiempo pregunta por qué se apagó la luz"
Dr. Ghassan Abu Sitta, cirujano plástico
Los heridos son más de 9.000.
"La mayoría de las heridas son muy serias. Mi
impresión es que cerca del 70% de los heridos permanecerán
discapacitados, su vida jamás sera la misma", dijo a la agencia AFP el
doctor Ghassan Abu Sitta, cirujano plástico de la Universidad Americana
en Beirut quien llegó a Gaza con la organización Ayuda Médica para los
Palestinos (MAP, por sus siglas en inglés).
"Yo operé a un niño de 8 años que había perdido a
toda su familia y la mitad de su cara, incluyendo un ojo. Y el otro ojo
fue perforado por la explosion de una munición", relató Abu Sitta.
"Tuve que reconstruir de alguna manera su rostro
y cubrir sus heridas. No tiene futuro, y todo el tiempo pregunta por
qué se apagó la luz".
Para Abu Sitta, "la escala de la carnicería en Gaza excede totalmente la capacidad del sistema de salud".
Un tercio de los hospitales han sido afectados
por los bombardeos y la mitad del personal no puede llegar a sus lugares
de trabajo, según corresponsales.
"Dejarlos morir"
Michele Beck, integrante del equipo de Médicos sin Fronteras en Gaza, le dijo a la BBC que el flujo de heridos es incesante.
"Algunas de las heridas son tan horribles que es realmente deprimente"
Michelle Beck, Médicos sin Fronteras
"Recibimos heridos cada día y cada noche y
debemos realizar operaciones de emergencia para intentar salvar vidas,
vemos todo tipo de heridas en extremidades, en pulmones, producto de los
bombardeos y explosiones".
La BBC preguntó a Beck si los médicos están logrando responder a las necesidades.
"No, no, debo confesar que no lo logramos.
Hacemos lo mejor que podemos pero muchas veces las heridas de los
pacientes son tan profundas que debemos dejarlos morir para enfocarnos
en los que podemos salvar".
"Y en cuanto a la situación general de la salud
en Gaza, de las 54 clínicas que operábamos hay sólo 17 funcionando, que
ven más de 200 pacientes cada una", agregó Beck.
"El personal palestino trabaja sabiendo que su
familia está en zonas que están siendo bombardeadas, y nosotros, poco
más de 10 que somos personal internacional, estamos cada vez más y más
deseperados. Podemos tratar dos, cuatro, seis pacientes cada noche, pero
llega un punto en que es muy difícil manejar esta situación y algunas
de las heridas son tan horribles que es realmente deprimente".
"Nadie en Gaza está a salvo"
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Cuatro semanas de bombardeos israelíes dejaron al menos 1.800 palestinos muertos y más de 9.000 heridos. |
Yusuf Al Suaity, médico de un hospital en el
norte de Gaza, dijo a la BBC que los médicos enfrentan una grave
carencia de todo tipo de material, desde guantes hasta antibióticos, así
como combustible.
"Intentamos conseguir algo del mercado local y hacemos nosotros
mismos manualmente lo que podemos. Tambien recibimos constantemente
pacientes por abortos y nacimientos prematuros porque somos el único
centro que recibe esos casos", afirmó Al Suaity a la BBC.
David Nott, médico británico con el Comité
Internacional de la Cruz Roja en Gaza, describió una de las escenas que
presenció en el hospital Al Shifa, donde los pacientes deben ser
operados en camillas comunes o trolleys de emergencia porque no hay
suficientes salas de operaciones.
"Gaza está llena de gente, de casas. Cuando escuchamos ataques sabemos que pronto arribará un gran número de heridos".
"Nadie en Gaza está a salvo. Yo estaba en el
hospital cuando de pronto llegaron más de 180 heridos. Un cirujano junto
a mí estaba llorando, acababa de amputar la pierna de una joven de 19
años que había perdido a su bebé. La paciente era su hermana".
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