Santo Domingo;-La discreción con que el presidente Medina maneja los temas de la
política tanto que le conciernen como del dominio público es una de las
grandes sorpresas de su gestión de dos años, como su puntualidad en un
país de impuntuales.
Con las llaves de la política en sus manos,
al presidente Danilo Medina nada lo perturba en estos días en que cumple
los primeros dos años de su mandato, en tanto arrecia el debate sobre
su posible postulación a la reelección, afincada en la alta popularidad
que tiene.
Medina empuña las llaves para decidir si se presenta o
no como candidato a los comicios de mayo del 2016, porque podría
convencer a sus partidarios y al país de su inconveniencia, pero tiene
también la capacidad para promover una reforma constitucional que lo
favorezca.
La Constitución actual impide al presidente en
ejercicio optar por un nuevo período aunque las posibilidades de una
reforma están en la contemplación de sus partidarios, que ya claman, con
merengue y todo, que “cuatro años son muy pocos”.
Cuatro años son
pocos, en efecto, para ver la culminación de una obra que ha puesto la
educación como su principal materia, que busca establecer un sistema de
salud para todos, la mejoría del empleo, los salarios y la
revitalización de la agricultura.
La continuidad en los altos cargos del estado dominicano está consagrada en la misma Constitución que prohíbe la reelección.
Los casos de las llamadas Altas Cortes lo atestiguan como también los de las Superintendencias de Pensiones y Salud.
Al
parecer el legislador entendió, al proponer por ley que esos últimos
funcionarios duraran cuatro años en su desempeño y cuatro más por su
honradez, que un período cuatrienal era corto para realizar una obra
capaz de fortalecer las instituciones. Senadores, diputados, síndicos y
regidores tienen libertad para la reelección y se aferran a ella.
En Estados Unidos prevalece en la Constitución para el Ejecutivo cuatro años y cuatro años más, todo por elección popular.
En
la iglesia católica y en la episcopal, los obispos duran en funciones
hasta 75 años y más, a menos que no tengan problemas de salud o mal
desempeño.
Ventajas de Danilo
Danilo tiene las ventajas para una postulación en el año 2020, que es de lo que hablan sus adversarios abiertos o disimulados tanto en el PLD como afuera. Muchos de ellos tienen como candidato al ex presidente Leonel Fernández a quien supuestamente “le soplan los vientos”.
Danilo tiene las ventajas para una postulación en el año 2020, que es de lo que hablan sus adversarios abiertos o disimulados tanto en el PLD como afuera. Muchos de ellos tienen como candidato al ex presidente Leonel Fernández a quien supuestamente “le soplan los vientos”.
Se habla de un movimiento
en favor de la reelección de Medina que incluye la salida del presidente
del Senado, Reynaldo Pared Pérez, quien será sustituido la semana que
viene por la senadora Cristina Lizardo y del senador Charlie Mariotti,
quien iría a un cargo ministerial.
Pared Pérez, aspirante
presidencial, o la senadora Lizardo quedarían bien en todo caso porque
pudieran aspirar a la postulación vicepresidencial ya fuera junto al
presidente Medina o al doctor Fernández.
Una reorganización del Gabinete parece muy probable y se estima que beneficiosa para el gobierno.
Un
escollo para que algunos senadores pasen a ocupar puestos en la
Administración es que el presidente Medina entienda que los elegidos en
las pasadas elecciones deben seguir en sus puestos congresuales, lo que
habría sido una la razón para no atender el interés que tuvo el diputado
Radhamés Camacho, de pasar al Ministerio de Educación.
Aunque
parezca extraño, que Medina fuera el candidato que postule el PLD en las
elecciones del 2016, sería beneficioso para la oposición, dividida
ahora de manera formal entre el PRD y el nuevo PRM, pendiente del
reconocimiento de la Junta Central Electoral, JCE.
Los opositores
al parecer creen que si bien pudieran ganar las elecciones si se postula
Fernández, como advirtió recientemente el analista político y
comentarista, Julio Martínez Pozo, no sería tan fácil derrotar a Medina,
con su cargamento de obras y la aprobación del público.
Fernández
ha estado tanteando a los electores, pronunciando conferencias aquí y
en el exterior, recibiendo todo tipo de partidarios en sus oficinas de
la Fundación Global e influyendo entre los del Gobierno a quienes él
designó. Se pelean los que quieren ser sus voceros.
Hace días uno
de ellos, el ingeniero Víctor Díaz Rúa,que tiene temas pendientes con la
fiscal del Distrito Nacional doctora Yeni Berenice Reynoso, por casos
de supuesta corrupción, anunció que el doctor Fernández lanzaría su
aspiración presidencial en enero del 2015.
La Transparencia y la eficacia
Las obras públicas y su afán por dignificar la escuela le han ganado al presidente Medina la popularidad que le asignan las encuestas pero también su prédica de transparencia y eficacia entre los que ejercen las funciones públicas.
Las obras públicas y su afán por dignificar la escuela le han ganado al presidente Medina la popularidad que le asignan las encuestas pero también su prédica de transparencia y eficacia entre los que ejercen las funciones públicas.
El mensaje de transparencia y eficacia lo
llevó el ministro administrativo de la Presidencia, José Ramón Peralta
al Primer Congreso sobre Gestión Pública, Riesgo y Control, que organizó
la Contraloría General de la República en Punta Cana.
Peralta
animó a los funcionarios de diversas instituciones vinculadas a la
fiscalización pendientes en el acto, a poner en marcha un cambio
profundo de cultura en el servicio público, lo cual implica deshacerse
de algunos mitos.
El funcionario citó logros del régimen de Medina
como la transparencia, la implementación del sistema 9-1-1, los
proyectos de visitas sorpresas del presidente y el proyecto agrícola la
Cruz de Manzanillo.
También la creación de la Cuenta Única del Tesoro y la Ley de Compra y Contrataciones.
Peralta
ha supervisado obras importantes que pudiera exhibir el régimen como
parte de sus realizaciones en dos años como la construcción de la ciudad
de Boca de Cachón, ya entregada, y La Barquita, en avanzado desarrollo.
Al
presidente Medina se le acredita el haber suavizado las relaciones con
Haití pese a la resistencia de algunos de sus funcionarios y reglamentar
la Ley 169-14 sobre naturalización. También el buen entendimiento con
los Estados Unidos y el haber cumplido con los países amigos al asistir a
juramentaciones y actos protocolares a los cuales ha sido invitado.
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