Por fortuna su líder, Leonel Fernández, se
coloca siempre por encima de la miseria política de tantísimos
peledeístas que por sus refriegas grupales se niegan a reconocerle las
virtudes --muchas o pocas--, que pueda tener el presidente Danilo Medina
en el desempeño del poder.
Empezando por el senador y
experiodista mocano José Rafael Vargas, que me echa encima todos los
demonios cada vez que refiero conversaciones con Leonel ponderando el
buen gobierno que, a su juicio, está realizando Danilo, compañero de
ambos.
Muchos leonelistas, como el experiodista Varguitas,
entienden que Leonel cede liderazgo cada vez que reconoce el empeño de
Danilo en hacer un buen gobierno... Como si todos no fueran del mismo
partido y las cosas buenas, como las malas, no las fueran a heredar unos
de los otros.
Es probable que al senador de Espaillat ni se le
ocurriera pensar en repetir en el cargo si no fuera porque Danilo recibe
como Presidente la aprobación de la gente que estima por lo menos
aceptable su gestión en los primeros dos años que se cumplirán en unos
días.
Porque si fuera por él --por Varguita--, el PLD en Moca
estuviera más abajo del piso ya que es poco lo que ha hecho por su
provincia y menos por el leonelismo que dice representar porque
encuentra mucho más placenteros los fines de semanas en Metro Country
Club que bregando con los pobres de su pueblo...
Un desmentido canalla
Cuando Leonel pasó por Madrid hace seis semanas y me hice eco de lo que repitió ayer en Santiago sobre el gobierno de Danilo, el senador Vargas asumió una vocería que nadie le otorgó atribuyéndome la actitud poco ética de citar a su líder fuera de contexto... Ignorando de lo que se trataba.
Cuando Leonel pasó por Madrid hace seis semanas y me hice eco de lo que repitió ayer en Santiago sobre el gobierno de Danilo, el senador Vargas asumió una vocería que nadie le otorgó atribuyéndome la actitud poco ética de citar a su líder fuera de contexto... Ignorando de lo que se trataba.
Comprendí desde el principio que el senador mocano actuó
por iniciativa propia en el entendido de que todos los políticos aún no
han perdido el juicio, porque Leonel sabe bien que conservo pruebas de
las cosas que dije entonces... Más aún, de las que no comenté por
prudencia y por el cariño, la amistad y el respeto que siento por él.
El
legislador y experiodista ni siquiera se molestó en contrastar con el
autor --de quien se consideraba amigo desde hace casi 40 años--, la
versión publicada en su sección dominical del Listín. Le resultaba más
gracioso y rentable políticamente desmentir lo que a su juicio eran
declaraciones descontextualizadas de su líder.
... Pero le salió
una declaración canalla con el resultado de que los acontecimientos
posteriores se vienen ocupando de “desmentir el desmentido” de un
legislador ocioso que trata de agenciarse principalía aunque se lleve
entre las patas la credibilidad de sus excompañeros de oficio.
A Leonel le conviene...
Pocas declaraciones ha dado Leonel en su vida tan convenientes a su propósito como aquellas que osadamente quiso desmentir Varguitas... Porque lo concilió con su sucesor en el poder.
Pocas declaraciones ha dado Leonel en su vida tan convenientes a su propósito como aquellas que osadamente quiso desmentir Varguitas... Porque lo concilió con su sucesor en el poder.
Leonel y todo el que tiene
dos dedos de frente sabía entonces que la reelección de Danilo Medina
era un parto contra natura, y eso tuvo en cuenta cuando me dijo
inteligentemente --para que lo publicara--, que él no se opondría si
Danilo lo intentaba.
Hasta cuidó el fondo de esa declaración al
reiterar que era opuesto a que un Presidente “modifique la Constitución
para provecho propio”.
¿Era, acaso, necesario decir algo más...? ¡Pero burro no come bizcochito!
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