¡... El clavo y el martillo!

Por Cesar Medina;-

En el leonelismo hay gente incapaz de comprender la lógica de su líder sobre el poder que tienen en esta política clientelar quienes reparten “los sobrecitos”, a pesar de que durante 12 años les tocó a ellos hacer la repartición.

Olvidan que durante mucho tiempo Danilo fue el clavo y Leonel el martillo; que aplicaron su poder para avasallar a sus propios compañeros; que se impusieron hasta en las instancias más insignificantes del gobierno y que coparon los organismos partidarios.

A pesar de que Leonel quiso siempre mantener el equilibrio y se empeñó personalmente de que no se maltratara a los seguidores de Danilo, en las instancias partidarias no se actuó con ese criterio para imponerse en las provincias, en los municipios, en el Congreso, en los ayuntamientos… A Danilo y a su grupo les critican que después que llegaron al poder no sólo han copado las instancias directivas sino que buscan imponerse en todas las provincias y en los municipios para colocar a sus candidatos a senadores, diputados, alcaldes y concejales.

O sea, no admiten que se imponga la mayoría que distribuye “los sobrecitos” como ocurrió en el gobierno de Leonel en perjuicio de los de Danilo.

LF entiende el proceso 
Leonel está claro: contrario a muchos de sus seguidores más fanatizados, entiende el proceso y sabe que este es el momento del danilismo y que resulta lógico que trate de imponer a sus seguidores.

Tal vez piensa que en el congreso elector a Danilo “se le fue la mano” al imponer a su gente en el Comité Político, pero hasta eso lo comprende dentro de la lógica de “los sobrecitos”… Además, ese organismo mantuvo el equilibrio en su composición: quince de 35 votan con Danilo, y 14 con Leonel. Entre los restantes seis hay cuatro precandidatos y dos --Jaime y José Tomás--, son “imparciales”.

Pero en el Comité Central hay una clara mayoría de simpatizantes danilistas, y la misma correlación se expresa en los organismos inferiores, en especial en los comités provinciales y municipales.

Esa es la razón de que muchos leonelistas del interior se sientan desbordados por los danilistas, en particular legisladores y alcaldes que aspiran a repetir en sus posiciones a pesar de que muchos de ellos llevan entre 10 y 14 años en esos cargos.

Impondrán las encuestas 
Danilo es partidario de que todos los candidatos sean escogidos a partir de encuestas de popularidad, sin importar la simpatía interna de los aspirantes. Esa estrategia favorece a sus seguidores por una razón sencilla...

La mayoría de los actuales legisladores, alcaldes y regidores son seguidores de Leonel y quieren seguir, pero el desgaste de tantos años en esas posiciones se expresará en las encuestas y difícilmente puedan resultar favorecidos frente a quienes reparten ahora “los sobrecitos”.

El presidente Medina se muestra intransigente con la aplicación de esa fórmula porque el propósito es que en la próxima legislatura, a partir del dieciséis, él salga con mayoría en el Congreso y en los municipios en caso de que no pueda ir a la reelección.

Y Leonel no se opone a eso… en especial, porque sabe que si regresa en dos años, “los sobrecitos” cambian esa correlación… Un fenómeno que se repite una y otra vez en nuestra fauna política.

¡…Así de simple!