Luis Encarnación Pimentel @yahoo.com
Como era de suponer, una visita del
expresidente Leonel Fernández a su sucesor Danilo Medina a Palacio,
habría de provocar, desde “nostalgia” por la ausencia de 18 meses del
principal centro del poder político del país, gran revuelo y un mar de
especulaciones, hasta “moverle el pelo” a su esposa y actual
vicepresidenta de la República, Margarita Cedeño de Fernández.
Al
margen de todos los comentarios alrededor de la presencia del doctor
Fernández en Palacio, y de todos los temas de Estado que pudieran haber
tratado, lo cierto es que el encuentro cordial por más de una hora de
las dos principales figuras del PLD y del país es la mejor señal de
unidad y afinidad que ambos podían enviar en la actual coyuntura.
Si
esto no les es suficiente, no sabemos a qué otros elementos habrán de
echarle mano, aunque sean “clavos calientes”, los que de modo
infructuoso y reiterado han estado apostando a una ruptura
Leonel-Danilo, que son en realidad los que sustentan la unidad y el
equilibrio de su organización. Insisto en que, de un tiempo a esta
parte, ambos habrían decidido ponerse de acuerdo hasta en el desacuerdo,
a fin de que ninguno resulte perjudicado.
Si eso ha dado sus
frutos en el pasado reciente, ¿cómo van a inventar ahora o en el futuro
con juegos o apuestas de los que la oposición es el mejor ejemplo de que
es ruta que no conduce al poder? Además de las lecturas que se pudieran
sacar de la visita de Leonel, en la que pudo llevarle al titular de
Palacio desde un paquete de oportunidades de inversión extranjera hasta
recomendaciones oportunas sobre la ley de regulación de indocumentados
que el Ejecutivo se propone enviar al Congreso, cabe resaltar el remache
del presidente Medina con su señal de no reelección, cuando mandó a
parar en seco con un “no, por favor”... a algunos que en el acto
inaugural del proyecto habitacional de Boca de Cachón creían que iban a
resultar agradables al oído del mandatario demandando “cuatro años más”.
Y mientras Danilo frena los amagos en esa dirección, Leonel -que
reciprocó la visita del primero a Funglode- espera el soplar del viento
para aspirar. Por cierto, que cada vez las condiciones se van dando
para ello y, a decir de doña Margarita (y de muchos), hay vientos a
favor de la candidatura del presidente del PLD en el 16. El beneficio de
los demás será el posicionamiento que logren.
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