Por Orlando Gil;-
¿LO ÚNICO?.- Leonel Fernández fue
presidente durante tres períodos para un total de doce años al frente
del Estado. En una gestión tan larga tienen que haberse producido muchos
deslices, indelicadezas o actos horrorosos de corrupción
administrativa. Sin embargo, solo se le denuncia y persigue por recursos
privados que fueron a la Fundación Global Economía y Desarrollo. Y no
es desde ahora, después de su última salida del poder, sino desde antes
del 2004, cuando se hizo evidente que sería el candidato del PLD.
Pasó la prueba del 2004, y también la del 2008, y todo el mundo recuerda su desempeño respecto al 2012, que si se descuidan, corre y cruza de nuevo la meta. Esto es, que Funglode no ha sido ni es un peso político muerto para el ex mandatario. No obstante, se insiste y se calcula que las campañas contra la entidad producirán su descalabro moral y político. Hasta ahora lo que se ve es otra cosa, y no solo no han podido tocarlo en el país, por su supuesto blindaje judicial, sino que tampoco en el extranjero, puesto que lo invitan a foros y conversatorios internacionales, como si nada hubiera pasado...
LA DIFERENCIA
En política nada es para siempre, y la situación que se produce alrededor de Leonel Fernández, a quien en la calle consideran hoy un apestoso, no será definitiva a menos que sus oponentes sepan usar las armas que tienen a su disposición. Está en baja, evidentemente, y todo por un mal manejo suyo, pues al creerse dios del Olimpo, no pudo entender el cambio de humor de las masas, o de una parte de la población que en algún momento pudo aplaudirlo y seguirlo en el carro del triunfo. Esta observación es tan válida que solo hay que mirar hacia Chile, y particularmente a Michel Bachelet, de nuevo candidata de la coalición de centro-izquierda a pesar de los resabios de algunos sectores con su pasada administración. Bachelet no hizo más que una cosa: poner distancia, y dejar que el debate político inmediato a su gestión se cociera en su propia salsa. La ahora candidata, y antes Presidenta, permitió que ese teatro de barrio que sigue a cada período, se expresara, sabiendo que las balas que se usarían eran de fogueo y que con esas no se mata a nadie...
LA MARICUTANA
Lo que me preocupa, y debiera preocupar a quienes no quieren que el proceso político se entampone y los candidatos a la presidencia siempre sean los mismos, es que esos expedientes mal instrumentados se conviertan en actos fallidos, y que de tanto repetir la experiencia se cansen los órganos públicos y también la gente. A propósito de este trance, me recuerdo de un ritmo tropical, La Maricutana, en una de cuyas estrofas se canta: “yo salí a pescar en una noche oscura/ se me fue la liza/ después de segura”. Los oponentes políticos de Leonel Fernández se alarmaron antes de tiempo, y queriendo alertar la población, lo pusieron él ojo avizor. Dijeron que quería tomarse todos los poderes, y que el propósito era blindarse de impunidad; y cuando fue un hecho, por lo menos en apariencia, consagraron la situación. Ahora quieren que la lógica de entonces se desmienta a sí misma y que las instancias del Ministerio Público y las Altas Cortes respondan a sus intereses, sin haber puesto arte ni parte, y no al exjefe del Estado, quien por lo menos capitaneó la escogencia de sus miembros...
LA BURLA
El acto fallido repetido da lugar a relajo, y se llega a una situación
que como dice el pueblo llano llora ante la presencia de Dios. El otro
“forajido” en persecución, Félix Bautista, se siente tan seguro o en
confianza que se “arriesga” a que el Senado de la República indague
sobre sus bienes. Considera que esa investigación es oportuna, y hasta
creíble, aunque en el fondo lo que busca es curarse en salud, cuando se
le tiene como enfermo terminal, después del escándalo político que se
produjera en Perú por los aportes que hiciera a la candidatura de
Toledo. Es decir, todo un bufeo, porque el senador Bautista sabe que
sus colegas no le dispararían ni con balas de salva. Para nadie es un
secreto que muchos legisladores deben el cargo a Bautista, y que por
delegación de Leonel Fernández es un líder congresional. Si no ¿cómo se
explica que recogiera firmas para que Reinaldo Pared, que es secretario
general del PLD, continúe en la presidencia de la Cámara Alta? La
cuestión es clara. O se impone el espíritu de cuerpo (Senado), o de
partido (PLD) o de coalición (Bloque Progresista). Toda una burla...
orlandogil@claro.net.do
Pasó la prueba del 2004, y también la del 2008, y todo el mundo recuerda su desempeño respecto al 2012, que si se descuidan, corre y cruza de nuevo la meta. Esto es, que Funglode no ha sido ni es un peso político muerto para el ex mandatario. No obstante, se insiste y se calcula que las campañas contra la entidad producirán su descalabro moral y político. Hasta ahora lo que se ve es otra cosa, y no solo no han podido tocarlo en el país, por su supuesto blindaje judicial, sino que tampoco en el extranjero, puesto que lo invitan a foros y conversatorios internacionales, como si nada hubiera pasado...
LA DIFERENCIA
En política nada es para siempre, y la situación que se produce alrededor de Leonel Fernández, a quien en la calle consideran hoy un apestoso, no será definitiva a menos que sus oponentes sepan usar las armas que tienen a su disposición. Está en baja, evidentemente, y todo por un mal manejo suyo, pues al creerse dios del Olimpo, no pudo entender el cambio de humor de las masas, o de una parte de la población que en algún momento pudo aplaudirlo y seguirlo en el carro del triunfo. Esta observación es tan válida que solo hay que mirar hacia Chile, y particularmente a Michel Bachelet, de nuevo candidata de la coalición de centro-izquierda a pesar de los resabios de algunos sectores con su pasada administración. Bachelet no hizo más que una cosa: poner distancia, y dejar que el debate político inmediato a su gestión se cociera en su propia salsa. La ahora candidata, y antes Presidenta, permitió que ese teatro de barrio que sigue a cada período, se expresara, sabiendo que las balas que se usarían eran de fogueo y que con esas no se mata a nadie...
LA MARICUTANA
Lo que me preocupa, y debiera preocupar a quienes no quieren que el proceso político se entampone y los candidatos a la presidencia siempre sean los mismos, es que esos expedientes mal instrumentados se conviertan en actos fallidos, y que de tanto repetir la experiencia se cansen los órganos públicos y también la gente. A propósito de este trance, me recuerdo de un ritmo tropical, La Maricutana, en una de cuyas estrofas se canta: “yo salí a pescar en una noche oscura/ se me fue la liza/ después de segura”. Los oponentes políticos de Leonel Fernández se alarmaron antes de tiempo, y queriendo alertar la población, lo pusieron él ojo avizor. Dijeron que quería tomarse todos los poderes, y que el propósito era blindarse de impunidad; y cuando fue un hecho, por lo menos en apariencia, consagraron la situación. Ahora quieren que la lógica de entonces se desmienta a sí misma y que las instancias del Ministerio Público y las Altas Cortes respondan a sus intereses, sin haber puesto arte ni parte, y no al exjefe del Estado, quien por lo menos capitaneó la escogencia de sus miembros...
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