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Francisco Alberto Caamaño Deño- |
¡EMILINADAS!
Tremendo regocijo embarga a todos los
constitucionalistas por el hecho de que los restos del coronel Rafael
Tomás Fernández Domínguez serán llevados al Panteón Nacional, lo que lo
afianza definitivamente como un auténtico héroe nacional.
Pero el mayor regocijo lo sentimos los que
formamos parte de la directiva de la fundación patriótica que lleva su
nombre, y que ha sido la responsable de rescatarlo del olvido en que se
encontraba hasta hace unos 15 años atrás.
Los constantes esfuerzos traducidos en actividades
realizadas en esta capital y en muchas otras ciudades y pueblos del
país por nuestra fundación, ha hecho posible la materialización del
propósito perseguido, ya que años atrás el coronel Fernández Domínguez
fue declarado por ley Héroe Nacional, y ahora se dispone el traslado de
sus restos al Panteón Nacional.
Es bueno que se sepa que a mi nosotros nos
correspondió la idea de formar esa fundación, la cual fue acogida por
doña Arlette Fernández, la viuda de Fernández Domínguez, la cual
constituimos en el año 1999. Debido a que fui el propulsor de la idea,
tanto Arlette como su hijo mayor, Ludovino, me propusieron en la
reunión constitutiva de la fundación, para que yo fuera designado su
secretario general, lo cual se aprobó, y esa honrosa posición la
desempeño todavía hoy.
El rescate pleno de la tesonera lucha del coronel
Fernández Domínguez en su afán de revertir el golpe de Estado de 1963
que derrocó al gobierno legítimo, honesto y progresista encabezado por
el profesor Juan Bosch, ya lo hemos logrado quienes formamos la
fundación que lleva su nombre.
De ahí el gran regocijo que embarga a todos los
directivos de la fundación que lleva su nombre, sobretodo porque, como
dijera el apóstol cubano José Martí, “cuando se muere en brazos de una
Patria agradecida, empieza con el morir la vida”. Por tanto, el coronel
Rafael Tomás Fernández Domínguez no morirá ¡jamás… jamás!
LORA Y MONTES.-
Ahora solamente falta que los
también coroneles constitucionalistas fallecidos Juan María Lora
Fernández y Manuel Ramón Montes Arache, sean igualmente exaltados y
llevados al Panteón Nacional.
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Emilio Herasme Peña |
Ambos acumularon méritos suficientes durante la
Revolución Constitucionalista y la Guerra Patria de 1965, puesto que
Lora Fernández fue el militar más sobresaliente en ambos conflictos
bélicos, y fue por ello que fue el Jefe de Estado Mayor del Ejército
Constitucionalista; en tanto que Montes Arache fue el líder y comandante
del Cuerpo de Hombres Ranas, que fue la unidad militar más destacada en
dichos episodios de extraordinaria trascendencia histórica para el
pueblo dominicano.
Las actuaciones sobresalientes de ambos son más
que suficientes para que se les coloque un nicho en el Panteón Nacional,
y de ese modo la posteridad agradecida les hace el reconocimiento
patriótico de que tanto Lora Fernández como Montes Arache son
acreedores; y de ese modo, los coroneles Caamaño Deñó, Fernández
Domínguez, Lora Fernández y Montes Arache permanecerán juntos por toda
la eternidad, y las generaciones del futuro podrán rendirles permanentes
muestras de gratitud en méritos a sus luchas y sacrificios en favor de
la Patria. ¡Qué bello y hermoso sería eso!
Autor: Emilio Herasme Peña
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