Reflexiones.

Por la Lic. Juana Martinez Perez.

Cada cosa que nos pasa en esta vida, nos enseña una lección a sabiendas que cuando nos suceden son para prevenir otras que a lo mejor pueden ser mayores.

Y como me a dicho un amigo uno no tiene que vivir ni por los demás, ni para ellos, sino que hay que hacer lo que realmente nos hace feliz a nosotros, claro que sin dañar a los demás.

Dice la biblia que todo tiene su tiempo debajo del cielo y la palabra de Dios no se equivoca, solo hay que tener paciencia para ver lo que realmente queremos y esperamos.

En una secuencia de acontecimientos, se ven reflejados los resultados de un modo de vida, lo que a su ve representa un logro impresionante o un rotundo fracaso.

Siempre he dicho que ver y mirar no es lo mismo, ver significa ir mas allá de las cosas, escudriñarlas y si es posible dar opiniones y posibles soluciones.

La vida no es como un control remoto, para cambiar cualquier situación de repente y seguir, es cuestión de hacer un análisis exhaustivo y pensar cada una de las causas que se puedan presentar.

Tampoco es un libro para pasar a la siguiente pagina y continuar como si nada hubiese pasado, aunque no se quiera hay acciones que realizar.

Dice un refrán que perdiendo se gana y que en lo que la tierra se hace aquí mismo se paga, solo es cuestión de esperar y tener un poquito de paciencia para poder verlo.

Lo que es de interés para ti no necesariamente lo será para los demás, muchas veces las personas ni siquiera se dan cuenta de que existe. Tú y solo tú eres el responsable de tus acciones y emociones, tu crecimiento intelectual, personal y tu superación en todo el sentido de la palabra dependen única y exclusivamente de ti. Pueden que existan quienes te brinden apoyo pero tu eres el dueño de tus decisiones tu eres el motor de arranque tu vida.

Muchas veces las criticas de otros son un impulso para encaminar tu desarrollo, dice un viejísimo refrán que a los mangos bajitos nadie le tira piedras porque los pueden agarrar con las manos, que es a los altos porque no se pueden alcanzar, entonces que te dice eso, que estas por encima de los que hablan de ti sea en bien o en mal, y que en ves de tomarlo a mal, debes agradecerlo.

Las cosas tienen la importancia y la atención que tú sientes que merecen y las que realmente les dan, no es cuestión de lo que los demás digan o piensen, aunque en ocasiones sus observaciones puedan ser tomadas en cuenta.

Autora Lic. Juana Martinez Perez.

(cyjmp-26@hotmail.com)