Siganos en nuestras redes

siguenos en facebook siguenos en Twitter siguenos en Google+ Canal de youtube siguenos en facebook sígueme en Instagram siguenos en facebook

viernes, mayo 17, 2013

A un mes de las explosiones en Boston, tres latinos recuerdan la tragedia

Cuando el joven mexicano Omar Mesina abrió los ojos la mañana del 15 de abril sintió un pequeño dolor que cruzó su pie izquierdo pero trató de no darle importancia porque aquel día iba a correr la primera maratón de su vida.
Omar Mesina y su camiseta premonitoria.
BBC Mundo;-Al mirar a través de la ventana, percibió los ladrillos rojos de la Universidad de Harvard bañados por el sol y se dijo para sí mismo: "Es un día perfecto".
Entonces se comenzó a preparar y del cajón de su ropa escogió ponerse una camiseta roja con unas palabras que se convirtieron en el presagio de lo que ocho horas más tarde iba a suceder: "Keep Calm and Run On" ("Mantén la calma y sigue corriendo").
Poco después de las 02:20 pm Omar atravesaba la línea de meta de Copley Square y, en la media hora siguiente, mientras descansaba sentado al borde de la calle, estragado de dolor tras haber corrido 42 kilómetros, presenciaba, a pocos metros de distancia, el estallido de las dos bombas que alteraron para siempre la historia de la maratón de Boston.
"Ese día cada pulgada de la carrera estaba llena de gente", le recuerda Omar a BBC Mundo.
Un mes después del atentado, que cobró la vida de tres personas y dejó más de 260 heridos y mutilados, los habitantes de Boston se siguen haciendo la misma pregunta, simple y a la vez profunda: ¿por qué?
La ciudad intelectual
La gran área de Boston es una zona urbana histórica del noreste de los Estados Unidos, dividida por el río Charles en dos ciudades vecinas, Boston y Cambridge.
"Nunca había visto una explosión tan cerca"
Omar Messina
En Cambridge están dos de las universidades más prestigiosas del mundo, Harvard y el Instituto Tecnológico de Massachusetts (MIT).
Por eso, los profesores y los estudiantes son uno de los grupos más representativos de los barrios de esta zona, donde abundan cafés y restaurantes étnicos.
Uno de estos estudiantes es Omar, un mexicano bilingüe de 21 años que nació en Guadalajara y desde los 9 años creció con su familia en la ciudad de Chicago.
"Nunca había visto una explosión tan cerca", le dice a BBC Mundo. En el momento del primer estallido, Omar volvió su mirada a su derecha y lo primero que vio fue humo.
Ese fue el comienzo de un hecho que desestabilizó a toda el área de Boston por varios días y cuyas consecuencias aún se sienten.
Junto con otras personas, Omar comenzó a correr hasta que encontró a tres amigas de la universidad. En medio de la confusión, sin teléfono y sin poder comunicarse con sus amigos o familiares, los cuatro estudiantes comenzaron a huir siguiendo como ruta la vereda al lado del río Charles.
El hermano menor
"Por el dolor de mi pie izquierdo, tres días antes yo les había dicho a mis padres que no iba a hacer la maratón. Pero, sin embargo, la corrí", explica Omar, quien cursa el tercer año en Harvard, donde estudia biología evolutiva humana.
Tsarnaev
Tsarnaev estudió justo al lado de Harvard.
Omar corrió la maratón como parte del grupo de atletas "no oficiales" (llamados "bandid runners"), que son miles de participantes que no están en los registros de la carrera pero que se unen a la fiesta deportiva.
"No me puedo imaginar lo que pasó por su mente. ¿Por qué lo hizo? No es un chico que haya tenido una vida cotidiana tan diferente a la de otros estudiantes que vivimos por acá", explica.
Omar se refiere a uno de los sospechosos de los atentados, Dzhokhar Tsarnaev, de 19 años, quien estudió en una secundaria justo al lado del campus de Harvard.
Dzhokhar y su hermano mayor Tamerlan Tsarnaev, muerto en un intercambio de balas con la policía, figuran como los principales sospechosos de fabricar y hacer estallar las dos bombas.
El día de los estallidos, el transporte público dejó de funcionar en Boston y Cambridge. Tras varias horas de caminata, Omar y sus amigas fueron recogidos por un profesor, quien finalmente los llevó en su automóvil al campus. "Cuando llegué mis roommates me estaban esperando. Estaban preocupadísimos. Nos dimos un abrazo. Fue muy emotivo", recuerda.
La casa de Facebook
Omar vive en Kirkland House, una de las casas más emblemáticas de Harvard, donde vivió Mark Zuckeberg. Fue en esta residencia donde Zuckeberg inventó la red social Facebook.
Kirkland House, donde actualmente residen 356 estudiantes de todo el mundo, ganó notoriedad mundial en 2010 cuando fue representada en Hollywood en la película "The Social Network" ("La red social").
Kirkland House
Kirkland House, la casa donde Mark Zuckeberg
inventó Facebook, ha tratado de volver -al igual que
el resto de Boston- a su rutina de estudios y trabajo.
"El día de los atentados, los teléfonos celulares dejaron de funcionar", recuerda Omar. Así que la única forma de comunicación eran los mensajes de texto y las redes sociales.
"Los atentados crearon pánico pero luego se generó un aire de orgullo y optimismo que unificó a Boston", le dice por su parte a BBC Mundo Kevin García, el copresidente de los estudiantes de Kirkland House.
Kevin, quien nació en Los Ángeles y es de familia peruana, es un líder estudiantil que fue clave para asegurar la seguridad sus compañeros de residencia.
Como copresidente, formó parte de un equipo que montó un plan de emergencia.
"Nos aseguramos de que todos los estudiantes que corrieron la maratón y aquellos que fueron a apoyar a sus amigos estaban a salvo", cuenta Kevin.
Al final de la tarde, en el comedor de Kirkland -atestado de estudiantes- todos le dieron una ovación a los corredores. "La emoción fue muy grande", explica Kevin.
Recuerdos de El Salvador
Muchos de los empleados de Kirkland House son latinoamericanos. Uno de ellos es Maritza Cuéllar, de 38 años, quien trabaja en la cocina de la residencia y tiene una constante relación con los estudiantes.
"Cuando supe de los estallidos de las bombas lo primero que pensé fue en mi niñez", dice Maritza, quien nació y creció en El Salvador, en medio de una cruenta guerra civil.

Maritza Cuéllar
Maritza Cuéllar, de El Salvador, recuerda
el pánico que se vivió en una ciudad reconocida
por su tranquilidad.
"Todavía me siento muy mal por las personas que murieron y por las que quedaron mutiladas", comenta.
Los acontecimientos de hace un mes en Boston le han traído el recuerdo de su padre, un agricultor que sembraba arroz y maíz en la región salvadoreña de San Vicente.
Maritza asegura que su padre murió torturado por el ejército salvadoreño tras ser acusado falsamente por una vecina de ser simpatizante de la guerrilla.
Esta trabajadora tiene tres hijos, de los cuales el menor, de 7 años, fue el que se sintió más asustado por los estallidos de las bombas. Sin embargo, dice que ahora Boston ha vuelto a la tranquilidad normal. Tanto Maritza, como Kevin y Omar han vuelto a sus rutinas normales pero dicen que estar en Boston en aquellos días fue una experiencia surrealista.
Omar, quien quiere convertirse en médico, sostiene que a pesar de que su primera maratón fue impactante su actitud hacia el atletismo no ha cambiado: "Voy a seguir corriendo por el resto de mi vida".

No hay comentarios:

Publicar un comentario