
Aunque Corea del Norte está muy lejos, no estamos inmunes a los efectos indirectos de un conflicto bélico
Por Sharon Minelli Pérez / sperez@elnuevodia.com
Según las más recientes declaraciones del
gobierno y la milicia de Estados Unidos, esta distancia debe ser más que
suficiente para que no nos afecte directamente un choque entre el régimen
norcoreano y las fuerzas de Estados Unidos en la región.
“Estamos listos”,
aseguró el almirante Samuel Locklear, jefe del Comando del Pacífico, si
Pyongyang cumpliera sus amenazas de lanzar misiles que en teoría alcanzarían
objetivos en Guam y Japón.
“Tenemos la capacidad para defender
la patria, Guam, Hawai y defender a nuestros aliados”, respondió ayer en una
audiencia del Comité senatorial de las Fuerzas Armadas.
Anoche mismo, Washington, Seúl y
Tokio incrementaron sus niveles de alerta
tras detectar movidas del régimen de Kim Jong Un en la frontera oriental.
Además, el Pentágono hace días que había movilizado destructores a la zona y
desplegado avanzados sistemas de detección e interceptación de misiles.
Entonces, ¿por qué preocuparse?
Aun sin la amenaza atómica, no se
debe olvidar que Puerto Rico importa al menos 85% de lo que consume. Y mucho de
lo que se come y compra viene precisamente de vecinos de Corea del Norte, como
China, Taiwán y Vietnam.
Si el gobierno también encarara una
escasez temporal, ¿tienes cómo alimentar a tu familia por semanas en caso de
que se produzca una breve interrupción al suministro de bienes y alimentos? Ese
es el tipo de preguntas que plantean autoridades como la Agencia federal de
Manejo de Emergencias (FEMA) y los Centros para el Control de Enfermedades
(CDC) al instar a la ciudadanía a estar preparada.
Ese alerta militar es una persuasiva
oportunidad para evaluar si tu familia y tu lugar de empleo tienen lo esencial
para afrontar emergencias por actos de guerra, terroristas o por desastres que duren por lo menos dos semanas.
Nadie quiere enfermarse ni que se le quede
el carro. Para eso está el plan médico y el gato en el baúl del carro: por si
acaso.
Estas recomendaciones oficiales son útiles
para casi cualquier escenario de desastre natural o provocado por el humano.
1 Armar tu equipo de emergencia para el
hogar. FEMA recomienda tener un bulto o equipo portátil en el auto y en el
lugar de empleo. Puedes descargar la guía de FEMA aquí. La lista básica incluye
comida no perecedera para varios días, agua, efectos de primeros auxilios,
dosis extra de los medicamentos recetados que necesites, copias de documentos
de identidad y pólizas, artículos de higiene, mudas de ropa y zapatos fuertes.
2. Tener un plan familiar que incluya un
punto de encuentro y de desalojo, así como una persona de contacto fuera de
Puerto Rico. No olvides incluir a tus mascotas en el plan.
3. Mantenerse informados. Un radio de
baterías, solar o de palanca permite acceder a información confiable y oficial
aún si no hay servicio de electricidad. Tener el hábito de escuchar y leer
noticias permite reaccionar a tiempo y prevenir.
Ninguno de los pasos requiere gran
inversión monetaria. Sí requieren tiempo y voluntad.
Emergencia por ataque o
accidente nuclear
Aunque es improbable que Puerto Rico sufra
una emergencia radiológica de forma directa, hay millones de boricuas en
Estados Unidos, donde operan centrales de energía nuclear en 31 estados. Y las
imágenes del desastre nuclear en Fukushima, Japón, están aún frescas en la
memoria.
Los buques que transportan desechos
radiactivos tampoco son infalibles. Y los ataques terroristas con las llamadas
‘bombas sucias’ son parte de los escenarios para los que se prepara el
Departamento federal de Seguridad Interna.
Para los ciudadanos en el radio más
cercano a un accidente nuclear, CDC recomienda sintonizar las estaciones de
noticias para mantenerse alertas a las instrucciones de las autoridades
encargadas de monitorear los niveles de radiación y de dar órdenes de desalojo.
En caso de desalojos, carga con la mochila
de emergencias, medicamentos, artículos de higiene, ropa extra, dinero en
efectivo y bolsas para dormir (‘sleeping bags’). Las mascotas deben estar en
sus jaulas y tener comida suficiente para varios días. Algunos refugios no
aceptan animales.
Si la contaminación es por una nube o
lluvia radiactiva, CDC tiene el siguiente protocolo de refugio
improvisado en el hogar o lugar de trabajo (“shelter in place”):
Cierra con seguro puertas y ventanas.
Apaga abanicos y acondicionadores de aire.
Solo se debe recircular el aire dentro del edificio.
Moviliza a la familia y las mascotas a una
habitación interior o un sótano, de tenerlo, con los efectos de emergencia como
radio, linterna, comida, agua, artículos de higiene. No olvides algún
entretenimiento que no requiera electricidad.
Si la habitación tiene ventana, hay que
sellarla con bolsas de basura o plástico grueso con cinta adhesiva alrededor
(duct tape).
Las autoridades comunicarán por radio
cuándo y cómo es seguro para salir.
No es exageración
Entre Japón y California hay más de 5,700
millas y la nube con partículas radiactivas cruzó el Océano Pacífico en
cuestión de 5 días luego de que el masivo tsunami en 2011 destruyera la central
nuclear de Fukushima. La Agencia federal de Calidad Ambiental (EPA) insistió en
que la radiación era detectable pero no suficiente para ser un riesgo de salud.
Sin embargo, el mes pasado se pescaron atunes contaminados con radiación en las costas de
California, a dos años del desastre, con efectos inciertos en la salud pública.
Además, ayer mismo, la BBC reportó que se había detectado una nueva filtración
de agua radiactiva.
Fuentes: CDC,
Organización Mundial de la Salud, Army .mil, listo.gov,
FEMA, Homeland Security
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