Miami (EEUU),15 mar (EFE).-El jardinero derecho
Nelson Cruz y el emergente Erick Aybar, que anotaron en la parte alta de
la novena entrada las dos carreras que dieron el triunfo a la República
Dominicana ante Estados Unidos (3-1), en la segunda ronda del III
Clásico Mundial de Béisbol, reconocieron que ganaron por su "lucha" y
con el "corazón". Después del partido Cruz, que bateó dos dobles en
cuatro turnos al bate, admitió que "el equipo de Estados Unidos es mejor
que nosotros en el papel, pero jugamos con el corazón y esa fue la
clave de la victoria".
La agresividad de Cruz en el corrido de las bases,
fue clave en la victoria de Dominicana cuando en el noveno episodio,
con el partido igualado (1-1), abrió la entrada con una línea fortísima
entre los jardines derecho y central, ante el relevista Craig Kimbrel,
que Giancarlo Stanton detuvo tirándose de cabeza, evitando que la pelota
llegara hasta la pared.
Pero no impidió que Cruz llegase hasta la segunda base y convirtiera el imparable en doblete.
Cruz se movió a tercera por rodado a la intermedia
de Carlos Santana y luego anotó la segunda carrera de Dominicana, que
fue la decisiva, por impulsador al jardín derecho de Aybar.
El jardinero estelar de los Vigilantes de Texas
dio crédito por el triunfo a los muchos aficionados dominicanos que se
encontraban entre los 34.366 espectadores que acudieron al Marlins Park,
de Miami, a presenciar el partido.
"Toda esa gente animándonos y ondeando sus
banderas dominicanas, hicieron que diéramos el extra en este encuentro",
subrayó Cruz. "La fanaticada tuvo mucho que ver con esta victoria y
agradecemos a todas esas personas que nos brindaron ese apoyo tan
extraordinario".
Cruz recordó que la meta es seguir hacia adelante y continuar jugando fuerte y enfocados.
"Hemos ganado un gran partido, pero estamos
conscientes de que debemos seguir batallando, pues aún falta mucho
camino por recorrer", agregó.
Por su parte, Aybar, el pelotero de los Angelinos
de Los Ángeles, dijo que su gran éxito fue el haberse olvidado del
árbitro el plato, Ángel Hernández, cuando le señaló un "strike" que no
lo fue, y que le pudo costarle el descontrol.
"Los árbitros se equivocan y por nada del mundo
iba a dejar que una mala llamada me sacara de mi concentración en ese
momento tan importante del juego", explicó Aybar. "Por eso me olvidé del
árbitro, me concentré en hacer contacto y gracias a Dios puede disparar
el hit que nos puso adelante en el marcador", destacó.
Aybar fue enviado al plato por el manejador de
Dominican, Tony Peña, como sustituto del jardinero izquierdo Ricardo
Nanita, con Cruz corriendo en tercera, un solo out y el juego empatado
(1-1).
En conteo de 1-1, inexplicablemente, Hernández,
que se pasó todo el encuentro juzgando muchos lanzamientos de manera
desacertada para ambos lados, llamó strike un pitcheo que todos en el
parque se dieron cuenta que estaba totalmente alejado de la zona, menos
él.
Eso propició que el relevista estadounidense Craig Kimbrel pusiera a Aybar en el hoyo, con conteo de una bola y dos strikes.
Sin embargo, el jugador dominicano se centró y al
siguiente lanzamiento de Kimbrel, pegase una línea de hit al jardín
derecho que envió a la goma a Cruz y puso la pizarra 2-1, a favor del
equipo de su país.
Aybar, que no comenzó jugando en la novena
titular, después del imparable productor, se robó la segunda base y
anotó por sencillo al jardín izquierdo de José Reyes, el jugador de los
Dodgers de Los Ángeles, mientras que la celebración y la música "salsa"
con sabor dominicano comenzó dentro y fuera del Marlins Park.
Dominicana había conseguido por segunda vez llegar
a las semifinales del Clásico Mundial de Béisbol y olvidarse de la
eliminación sorpresa y frustrante que sufrió en la edición del 2009
cuando Holanda fue su verdugo, equipo con el que tal vez se vuelva a
encontrar en San Francisco si al final quedan primeros del Grupo 2
No hay comentarios:
Publicar un comentario