![]() |
José Miguel Montero, periodista de El Nacional. |
La Fiscalía del Distrito Nacional fue apoderada de
un sometimiento a la justicia del Centro Médico Antillano y varios
médicos, acusados de mala práctica por la operación que le costó la
vida al periodista José Miguel Montero, de El Nacional. El sometimiento,
con constitución en parte civil, fue hecho por Milagros De Oleo Ramírez
y Waddy Miguel Montero D’Oleo, esposa e hijo de Montero, muerto el 3
de agosto de 2012 al ser sometido a una operación por una obstrucción
nasal.
Los médicos sometidos a la justicia son Gabriel A. Molina Mañé, César
Mejía Familia, director del Centro; Carlos Marmolejos, anestesiólogo; y
las enfermeras que participaron en la operación.
En el sometimiento, hecho a través de los abogados Pedro Castro,
Benilda Mesa Pérez y Rafael Encarnación, se hace constar que una
autopsia practicada el 4 de agosto de 2012 a Montero determinó que su
deceso se debió a negligencia médica y descuido.
Los resultados de la necropsia revelaron que el periodista Montero
murió asfixiado porque no se le hizo una traqueostomía que le permitiera
respirar. La traqueostomía era necesaria debido a que se le cerró la
glotis (porción más estrecha de la luz laríngea) producto de una
hinchazón en la vías respiratorias provocada por la operación.
Cuando se produjo su muerte, el doctor Sergio Sarita Valdez confirmó
que Montero, a quien consideró como su amigo de mucho tiempo, pereció a
consecuencia de una asfixia que le provocó un paro cardiorrespiratorio,
fruto de un edema en la glotis.
“Básicamente, el cadáver del fallecido demuestra edema de la glotis,
es decir de la vía respiratoria superior, que evidentemente no dejó que
él respirara adecuadamente”, sostuvo Sarita Valdez.
Según explicó, eso le produjo una especie de asfixia, lo que finalmente le provocó un paro cardiorrespiratorio.
La esposa de Montero, Milagros D’Oleo, dijo que tras la operación lo
llevaron a una sala de cuidados en donde lo dejaron con ella sola y que
a la media hora expulsaba espuma por boca y nariz en forma de
convulsión y que nunca despertó.
Luego de dar el alarma a las enfermeras, fue que se presentaron los médicos para darle asistencia, indicó.
Según el patólogo Sarita Valdez, es necesario que durante las dos
primeras horas post operatorias haya un proceso de cuidado médico como
si se tratara propiamente de la operación, para que en caso de que, por
ejemplo, se observe que hay dificultad respiratoria, proceder a intubar
al paciente o hacerle una traqueostomía. Según los resultados de la
autopsia, a Montero no se le hizo este tratamiento, lo que le impidió
respirar y esto le causó la muerte.
No hay comentarios:
Publicar un comentario