El 12 de febrero de 1976 pasará a la historia como el único día en donde un Nobel de Literatura golpeó a otro: Mario Vargas Llosa, galardonado en 2010, le soltó un puñetazo a Gabriel García Márquez, ganador del premio en 1982, por un "conflicto de faldas".
La Agencia de Noticias AP lo llama "el derechazo más célebre de las
letras latinoamericanas y posiblemente de las letras modernas", que
rompió así una de las amistades entre intelectuales más intensas en la
historia del continente.
Ambos escritores se encontraban en aquella fecha en la exhibición
privada de la cinta "Sobrevivientes de los Andes" (René Cardona) en el
Palacio de Bellas Artes de la Ciudad de México.
Los dos autores llevaban tiempo sin verse y cuando Gabo, como se le conoce popularmente a García Márquez, vio a Vargas Llosa, se le acercó con los brazos abiertos para saludarlo.
"Vargas Llosa lo recibió con un golpe seco que lo tiró sobre
la alfombra con el rostro bañado en sangre", le dijo Rodrigo Moya, un
fotógrafo amigo de García Márquez presente en el embate, a un diario
mexicano en 2008, cuando el escritor de "Cien años de soledad" cumplió
80 años.
El periodista colombiano Dasso Saldívar señaló en una nota que
escribió para el diario español El Mundo que Vargas Llosa, al momento de
la agresión, le grito: "¡Cómo te atreves a abrazarme después de lo que
le hiciste a Patricia en Barcelona!".
"Desde entonces los dos autores al parecer no han cruzado una sola palabra", remató Moya.
MUCHOS RUMORES, NINGUNA VERDAD
Nunca se han conocido los motivos del golpe. Ambos escritores
prefirieron el mutismo ante el rompimiento de la relación, un pacto que
Vargas Llosa ha cumplido y que García Márquez no confesó.
El periodista peruano Francisco Igartua detalló en sus memorias
"Siempre un extraño" que la causa fueron celos por unos consejos
matrimoniales que le había dado Gabo a Patricia Llosa, esposa del autor
peruano, cuando tenían una crisis matrimonial.
Otra versión, ligada a esta posibilidad, la dio a conocer Saldívar, quien también se jacta de ser biógrafo de García Márquez,
en su nota de El Mundo: tras dejar Barcelona y regresar al Perú con
Patricia en 1974, Vargas Llosa se enamoró de una mujer en el trayecto.
Poco después, el autor de "La ciudad y los perros" dejó a su familia y
se fue a Estocolmo a vivir con la mujer de nacionalidad sueca.
En este lapso, Patricia regresó con sus hijos a Barcelona y "los
García Márquez se convirtieron en su pañuelo de lágrimas. En algún
momento, Patricia le pidió un consejo a García Márquez sobre si creía
que debía separase de su marido, después de lo que le había hecho. Éste
le dijo que si creía que debía hacerlo, pues que se lo planteara
claramente a su esposo cuando volviera, pero que no se precipitara".
Otras versiones, dadas también a conocer por Saldívar, sostienen que
esa noche "ocurrió lo peor", lo que Vargas Llosa habría de considerar
como la gran traición de su amigo.
Cuando Mario volvió a casa y se reconcilió con su mujer, ésta no dudo
y le echó en cara que ella, "no había perdido el tiempo, pues había
estado con su gran amigo Gabo".
"UN CELOSO ESTÚPIDO"
Otra hipótesis que develó Rodrigo Moya señala que Gabriel García
Márquez y su esposa Mercedes Barcha trataron de mediar en los disturbios
conyugales y conocieron confidencias de la pareja peruana.
"Los consejos o comentarios de la pareja colombiana rebotaron hacia
Vargas Llosa cuando éste volvió al redil y se reconcilió con su esposa. Y
lo que sea que hubiese dicho o sucedido, el caso es que el peruano se
sentía gravemente ofendido, y su furia la resolvió de aquella manera
expedita y salvaje", comentó Moya, según lo escrito en el medio impreso
mexicano.
Agregó que en aquella tarde de febrero de 1976, Mercedes Barcha, al
ver a su esposo en el suelo, dijo que "Mario es un celoso estúpido", uno
de los comentarios más atinados para resolver el enigma del puñetazo.
NO HAY MAL QUE DURE MIL AÑOS
Este conflicto supuso que Mario Vargas Llosa prohibiera la reedición
de su libro "Historia de un deicidio", publicado en 1971, que es un
ensayo de la obra de García Márquez desde sus primeros cuentos hasta
"Cien años de soledad". Este trabajo, bajo otro nombre, fue la tesis
doctoral que presentó Vargas Llosa en la Universidad Complutense de
Madrid.
En 2010, uno de los protagonistas por fin cedió: Mario Vargas Llosa,
en su conferencia de prensa después de ser galardonado con el Premio
Nobel de Literatura de ese año, dijo: "Les voy a rogar que hagan público
mi agradecimiento por la declaración que ha hecho García Márquez sobre
el Nobel".
Ese mismo día circuló un tuit de una cuenta bajo el nombre de Gabriel
García Márquez con el mensaje "cuentas iguales" en relación al premio
que él recibió en 1982.
Horas después de lo puede ser una chispa de reconciliación de Vargas
Llosa, Jaime Abello, director de la Fundación Nuevo Periodismo
Iberoamericano - creada por el escritor colombiano - aclaró que Gabo no
tiene cuenta oficial en Twitter y que era falso que hubiera enviado un
mensaje.
Con información de Agencias y El Mundo (de España)
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