El primer engaño que puedo destacar es el que Abinader y su orquesta no le reconociera ningún logro a los gobiernos del PLD, logros que se destacan, ahora que vemos como lo destruyen.
El segundo gran engaño fue venderle a este pueblo la idea de un cambio tan radical que poco faltaba para replicar el paraíso.
El tercer engaño fue vender la idea de que todos los que militaban o simpatizaban por el PLD eran ladrones.
Hay un nuevo engaño, y es redireccionando las voces de todos los medios de comunicación con el mayor presupuesto publicitario de la historia para vendernos la idea de que todo está bien y si alguien se sale de ese redil, o se alínea o se va para su casa.
Uno más, utilizar un montón de firmas encuestadoras que le permitan continuar sembrando el país de mentiras para vender la falsa idea de que los dominicanos amamos a Luis y su gobierno.
Quiero hacer un alto en el camino para una observación que espero sirva de reflexión, pero que al fin y al cabo es una mentira más. Cuando surge un escándalo de esos imposibles de ocultar, surgen declaraciones del director o del instrumentista responsable del desafine. Por ejemplo, los muertos por falta de medicamentos de alto costo, seguida viene la declaración del responsable diciendo que ellos han duplicado la inversión en medicamentos de alto costo. Cuando queman gomas por los apagones, seguida viene la declaración de que ellos están sirviendo más energía que nunca en la historia, aunque no hayan agregado un mega al sistema eléctrico y gracias a Dios que sea así, pues si es como la planta flotante de Azua, nos matan a todos por contaminación.
¿Cuál es el tema con esta gente? Que aquí no gobiernan los políticos diseñando políticas públicas, no se gobierna con voluntad ni se gobierna con inteligencia artificial, aquí se gobierna con el marketing para manipular el pensamiento de la gente.
Entonces, ¿cuál es el próximo engaño que nos presenta Abinader y su orquesta?
“Yo no soy partidario de la reelección consecutiva, yo me estoy sacrificando, mi familia no quiere”, mientras eso dice el director, los músicos de su orquesta le piden a coro que no le haga caso a su familia, que no le importa su suerte, que su opinión les importa un bledo, que siga tocando. Entonces a los bailadores que estamos “jartos” de esos músicos con todo y director, este último se va parar a decir que es el público que quiere que siga.
No ombe señor presidente, con todo respeto, a la mayoría no le interesa que usted siga tocando, recoja sus músicos y sus instrumentos y déjenos vivir tranquilos, que antes estábamos mejor sin usted.
Por: Charlie Núñez;-@charlienzzz01
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