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sábado, abril 08, 2023

La libertad de expresión y las frases tóxicas del DJ Adoni

"En los últimos meses ha surgido un joven de 27 años,  que se hace llamar Adoni, quien es un “disc  jockey (dj)” que realiza  mezclas de varios géneros musicales, y que de la noche a la mañana se ha convertido en un nuevo fenómeno de popularidad a nivel nacional y casi continental, no sólo por esa labor que realiza, sino también,  porque la acompaña de una fraseología, que a miles de personas les gustan y la repiten sin pensar o meditar, como si fuera una gran diversión.
Por desgracia, este joven, cuyo nombre real es Julio Adoni Gross González, es también,  si se pudiera decir, un enfermo o adicto  a la hookah, ya que en todas sus actuaciones públicas está acompañado de uno de estos instrumentos, y se le ve botando más humo que una  vieja locomotora de  vapor,  del principio del 1800.
No está claro, si es también consumidor de sustancias psico activas, como alcohol y drogas, pero ojalá que no, aunque sí al mundo del tatuaje.
Pese a todo, lo cierto es que el joven se ha destacado, ya que luce simpático, hace bien su trabajo de “DJ” y le ha caído bien a la gente, con las mezclas que hace de músicas tropical,  bachata, salsa, merengue y  urbana, logrando tener miles  de reproducciones en plataformas como Spotify y You Tube.

Pero, sin él darse cuenta, está haciendo un daño a la sociedad, principalmente a los más jóvenes, a quienes les trasmite un mensaje negativo y altamente tóxico, que es asimilado y promovido con facilidad, debido a la pobreza mental del público, incluyendo a  profesionales y hasta  intelectuales.
Los padres no se dan cuentan, que al escuchar y repetir  la lexicología de este personaje y la de su imagen pegada a una hookah,  están difundiendo algo malo, principalmente para sus hijos, quienes probablemente una parte de ellos será la próxima generación de desobedientes, anti sociales  y adictos a los  vicios.

En el aspecto legal podríamos decir que sus mensajes atentan contra el artículo 49 de la Constitución de la República,  28 de la Ley 6132; 84 del  reglamento 824, y varios de la Ley 136-03,  en lo relativo al ultraje a las buenas costumbres y la protección del menor.
A pesar de todo, los cierto es que su estribillo ¨Adoniiiiiiiiiiiiiiii”, sale hasta en la “sopa”, y hay quienes están hartos de escucharlo casi por todas partes. Pero, para él poder mantenerse y no cansar al público con la misma letanía, su fraseología la renueva con frecuencia.

Sus frases más famosas son: “el que quiera perder su tiempo que me aconseje”, “estoy en romo feo”, “cuando su opinión sepa a romo la tomaremos en cuenta”, “atención vecino, si le molesta la bulla, múdese del barrio”;  por lo que hace el romo barato está”,  “si no hay romo, que me den agua hasta de la piscina”;  “atención hombres: si tu mujer está contigo en todos los momentos malos, bótala, que es ella la que te tiene azarao” y “un hombre con cuartos no pega cuernos, comete errores”, etc.

De esa frase, la más popular y la que más repite la gente es la que  dice: “el que quiera perder su tiempo que me aconseje”.  Ella me recuerda la historia que publiqué en mi libro titulado:  “El adicto”,  de la famosa cantante Amy Winehouse, quien  fue una de las más populares artistas del género del jazz y el soul, nacida en Londres, Inglaterra, el 14 de septiembre de 1983 y quien cobró fama por su registro de voz, calificada como acústicamente poderosa.

Pero, a pesar de su juventud y éxitos estuvo perdida en las drogas y el alcohol,  pero, el que  trataba de aconsejarla perdía su tiempo.
En su canción “Rehab” (Rehabilitación) reflejaba su mala conducta y presagiaba su destino final. En una de sus estrofas decía: “/Intentaron que fuera a rehabilitación y dije no, no, no/ /Sí, me he desmayado, pero cuando recobro el sentido ni te enteras, ni te enteras/ /No tengo tiempo de ir/ /Y si papá dice que no estoy bien…./ /El ha intentado llevarme a rehabilitación, pero no iré, no iré/ /Bien sé que voy a perder a mi chico/ /Así que siempre tengo una botella cerca/”

Ella no tuvo tiempo de ir a un centro de rehabilitación, pero sí a su tumba. Fue encontrada muerta en su apartamento el 23 de julio de 2011, a sus 27 años. La autopsia reveló que su cuerpo contenía 416 miligramos de alcohol por decilitro de sangre.

Otro caso, es el del cantante dominicano Chelo Almarante, de la orquesta de Luis Ovalles, quien interpretó hace años un merengue que dice: “/dejénme vivir mi vida, yo no soy malo con nadie/ /Que soy un borracho/ /Que soy un perdido/ /Que soy mujeriego/ /Que soy un bandido/ /Yo vivo mi mundo/ /yo soy vagabundo/.

Hace unos meses salió publicado que a este artista lo dejaron vivir su vida, pero que el alcoholismo le ganó la batalla.  Viejo,  pobre y viviendo de la indigencia dejó este mundo en abril del 2021.
“El que se lleva de consejos muere de viejo” y “el que no oye consejos no llega a viejo”, dicen esos refranes. Pero, la mayoría de la gente se inclina más por las cosas malas que por las buenas, y lo malo se lo encuentra bueno, y lo bueno, malo.  Por eso gustan de Adonis, y repite sus fraseologías tóxicas,  porque como dice la canción: “Lo terrible lo aprendemos enseguida y lo  hermoso nos cuesta la vida”.


Por: David R. Lorenzo;-
El auto es periodista y abogado de la República Dominicana.

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