No sabemos si se cumple lo de que “lo malo se pega” o porque hay gente dura para aprender de los errores de otros, aun haya sido profesor, el diputado Camacho recién se despachó con una salida que no ayuda a una causa indefendible, y con números que ni él mismo se los cree, al decir que “por cada miembro que abandona el PLD, entran mil”, cuando todo el mundo sabe que a nadie se le ocurre salir de su partido e irse a otro que no esté en el poder o tenga perspectivas de triunfo en las urnas. Por eso, los mayores desprendimientos que siguen ocurriendo en un PLD menguado y cuestionado van hacia la Fuerza del Pueblo que lidera Leonel y, en el caso de alcaldes “motivados” o “agradecidos” con el aumento del presupuesto de sus respectivos ayuntamientos, pasan al PRM en el poder y a apoyar al presidente Abinader, en el presente y seguro que a futuro.
Lo otro viejo de Temo, de que:” El PLD superó el grupismo y está ahora muy unido”, no pasa de ser una quimera o simple declaración para el consumo de incautos.
Ejemplo: ahora se le ocurre a la cúpula “bajar línea” al Comité Central para que apruebe que, en vez de en primarias abiertas y democráticas, se escoja a los candidatos a posiciones electivas medias por el método de encuestas, pese al descrédito y sabidos riesgos de manipulación de estas.
¿Y cuál sería el miedo de los “genios” que controlan el PLD? Quizá evitar distracción en elecciones internas y que los escogidos temprano ayuden al candidato Abel. Pero eso, seguro, daría motivos a nuevos “ruidos” y renuncias.
NOTA: José Laluz, exmiembro, dice que el PLD tiene dos problemas: “La marca está deteriorada en su imagen, y la historia enseña que el proceso de recuperación de un perfil está por encima de dos periodos”; y “Leonel, con once años fuera del poder, ha recuperado y limpiado su imagen”.
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