He venido insistiendo en varios programas de radio y televisión que el Presidente Luis Abinander está sufriendo el síndrome del Juguete Nuevo, que afecta a los niños que reciben muchos juguetes y siempre quieren jugar con el último que le compraron y dejan a un lado los primeros que recibió.
De igual manera ocurre al presidente Abinader, que inicia muchas obras en todo el país con picazo y palazo, más promesas incumplidas como aderezo, sin corte de cinta con inauguración, a más de dos años, no hay construida una sola obra de importancia, por lo que el efecto del mencionado síndrome retrata de cuerpo entero su ejecutoria gubernamental. No saben gobernar.
El niño que sufre del síndrome del Juguete Nuevo o del Juego Abandonado retira la envoltura, lo mira y lo deja a un lado sin prestarle atención, no juega con ellos, deja el juego inacabado, tal como está ocurriendo con la ausencia, en este gobierno de correcta política pública a favor de la amplia mayoría.
El presidente Abinader anuncia un plan para solucionar X problema, inicia una obra aquí otra allá, un primer picazo por otro lado, da continuidad a obras del pasado gobierno, pero no termina ninguna, igual ocurre con todas las medidas anunciadas sin éxito para enfrentar la delincuencia, que terminó ganándole la batalla, mientras el gobierno ha dejado a la población indefensa e impotente, porque observa un mandatario incapaz de gestionar soluciones a los males nacionales.
Su padre, Rafael Abinader, siempre quiso ser presidente, al no lograrlo le inculcó a su hijo desde adolecente, que sería presidente, y al alcanzar la más alta investidura de la nación, está gobernando como niño que padece del síndrome del Juguete Abandonado sin éxito en ningunas de las promesas de campaña.
No existe una sola promesa cumplida del presidente Luis Abinader, muchos préstamos, más de 24 mil millones de dólares en dos años, incapacidad para controlar la inflación, crear empleo y llevar tranquilidad en las calles a los ciudadanos, permitió que la delincuencia se adueñe de los barrios y controles todo el país, porque como dice la población “no sabe gobernar”.
Esto explica que todas las encuestas de trabajos de la Fuerza del Pueblo y las privadas de los empresarios, al igual que sondeos de programas de radios y televisión y las expresiones de ciudadanos que usan el transporte público, indican que la población solo espera las elecciones 2024 para desalojar del Palacio Nacional al presidente Luis Abinader y llevar a un nuevo inquilino que ha demostrado que sabe gobernar, el doctor Leonel Fernández, calificado por muchos como padre de la modernidad en la República Dominicana.
Por: Manuel Brito;-
@Manuelbrito27
mbritomartinez@gmail.com
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