No les importa causar m谩s da帽o y dolor a ciudadanos indefensos, atac谩ndolos de sorpresa para robarles o sembrando m谩s temores en una sociedad ya conturbada por la inseguridad.
Es hora, como dijimos recientemente, de apretar m谩s las tuercas de la vigilancia en nuestras calles, con despliegue masivo de tropas mixtas en aquellos lugares m谩s vulnerables.
No se trata de llegar a un modelo m谩s radical, pero efectivo, que el que planea ejecutar el presidente Bukele, de El Salvador, que consiste en imponer cercos militares a ciudades.
La estrategia de Bukele, que ya ha metido en la c谩rcel a m谩s de 55,000 delincuentes, es cerrar en lo posible todos los espacios de acci贸n de los bandoleros, cerc谩ndolos en barrios y ciudades.
Pero aqu铆 el gobierno puede mostrar sus m煤sculos tal como lo hizo meses atr谩s, al unificar a polic铆as y militares en el patrullaje continuo en la capital y otras ciudades, lo cual fue muy bien acogido por los ciudadanos.
Si a los delincuentes hay que aplicarles mejores t茅cnicas de disuasi贸n, esta es una de ellas.
Con equipos militares de tierra y aire, puestos de control perimetrales en los barrios calientes y presencia visible de la autoridad en centros comerciales y de recreaci贸n, la ciudadan铆a puede sentirse m谩s protegida.
Y los delincuentes que quieran ser m谩s osados y feroces con los ciudadanos inofensivos, pues que se expongan a las consecuencias.
Pero ya no pueden seguir siendo los due帽os de las calles.
Tomado del editorial de
de la fecha ;-
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