El pueblo afirma que los gobiernos del grupo ahora PRM es de cuatro años porque aplican la misma matriz política. La comparación entre Hipólito Mejía y Luis Abinader arroja similitudes que espantan: alocados por una reforma Constitucional reeleccionista, alta inflación, decrecimiento económico, hambre, quiebra de negocios, movilizaciones de protesta, reajuste de la tasa de política bancaria, e inseguridad social.
El PRM tiene el ADN del caos que lo inhabilita para gobernar. Los planes de campaña electoral se convierten errática improvisación que impide hacer obras.
La RD tenía un crecimiento económico sostenido en la década de los 90 pero al llegar Hipólito no solo dio un frenazo, sino que puso la reversa. Lo mismo que estamos viendo con el gobierno de Abinader.
A principios del 2003 la tasa de cambio aumentó de 32 a 50 por uno, la inflación fue del 43 ciento, disminuyó a menos del 4 por ciento el crecimiento económico y por primera vez el Banco Central modificó la tasa de política bancaria, eso provocó que Leonel Fernández ganara las elecciones restaurando la confianza a mujeres y jóvenes del país.
En el 2023, Abinader, quien fuera compañero de electoral de Hipólito en el 2012, dirige un gobierno sumido en una profunda crisis económica donde el hambre y el miedo por una delincuencia desbordada marcan la vida del ciudadano. Si se “googlea” este gobierno se comprobará que es igual a Hipólito.
No es casual la simetría entre los gobiernos de los empresarios y políticos Hipólito y Abinader, tampoco lo es que la población escoja a Leonel para que lo saque del atolladero ya que el pueblo lo tiene como el político que resuelve los problemas y rejuvenece con cada participación porque tiene sólidos planes de acción que convierte en obras.
Mientras Luis vive acosado por las pirañas de incontables problemas que se comen su gobierno, Leonel se concentra en construir la Fuerza del Pueblo para ganar las elecciones.
Por Alfredo Freites ;-
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