CONTROVERSIA >>>
El volcán de pus que están sacando a flote las auditorias de la Cámara de Cuentas sobre el saqueo sin precedentes a que fue sometida República Dominicana viene a confirmar lo que era un secreto a voces en las calles en cuanto a la corrupción del anterior gobierno que encabezó Danilo Medina Sánchez.
Desde el reinado de los Trujillo de 31 años de férrea dictadura, el país no había tenido una familia presidencial envuelta en actos corrupción tan abierta como la que las auditorías Cámara de Cuentas están arrojando, involucrando a hermanos y cuñados de un presidente de República Dominicana.
Nunca, en ningún tiempo, un grupo familiar se había atrevido a tanto.
La pregunta que el pueblo dominicano con razón se hace es: ¿pudieron estos familiares cercanos al presidente Medina depredar tantos miles millones en perjuicio del Estado sin su conocimiento y aprobación directa o indirecta?
El Ministerio Público tiene ante sí un gran reto. Las mayores responsabilidades penales que se derivan de las auditorías de Cámara de Cuentas no son contra Alexis Medina, como informan algunos medios de prensa.
La responsabilidad mayor está en los funcionarios que tenían a su cargo velar por el patrimonio público.
Alexis Medina no fue electo por este pueblo a ningún cargo público; Alexis Medina ni ponía ni quitaba funcionarios de manera formal .
Si se va a hacer justicia de verdad; si se quiere enviar un poderoso mensaje a la clase política de que en República Dominicana no hay vacas sagradas ni intocables, la justicia debe actuar de manera enérgica y objetiva golpeando la raíz del problema y quiénes desde funciones públicas ejecutaron el saqueo más grande recuerda la historia de República Dominicana.
No se trata de vendetas personales ni de odios políticos coyunturales. Si los mayores responsables de ese saqueo quedan impunes , el mensaje que se le enviará a los actuales funcionarios y los que vendrán en el futuro, es que la impunidad política los protegerá de cualquier acto corrupción que puedan cometer .
El pueblo cree y tiene mucha fe en la magistrada Miriam Germán y la magistrada Yeni Berenice.
En manos de esas dos funcionarias claves estará la suerte de la República en materia de lucha contra la corrupción y el comportamiento de los funcionarios públicos.
Después de las auditorías Cámara de Cuentas, la suerte está echada . Sin abusar de nadie, hay que procesar a los mayores responsables, que están impunes y fuera de banquillo.
Por: Vinicio A. Castillo Semán;-
@VinicioSenador
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