San Cristóbal, la vecina más cercana de la capital, ha venido reportando más de cien casos en estos días y les siguen, como focos preocupantes, Peravia, Barahona y San Juan, en el Sur, y San Pedro de Macorís, La Romana e Higu¨ey, en el Este.
Otro botón de muestra: una significativa parte del personal del Congreso Nacional, senadores y diputados y asistentes, está contagiada.
La disponibilidad de camas para pacientes críticos y no críticos es menor a la creciente y desesperada demanda de los centenares de ciudadanos que han salido positivos en las pruebas diagnósticas.
Las inquietantes señales que está mandando la pandemia es la de que avanza, aparentemente reforzada por nuevas variantes cuya presencia en el país ha sido admitida, aunque con ostensibles reservas, por las autoridades sanitarias.
Estamos en un momento en que no caben las actuaciones timoratas, tardías o insuficientes para encarar esta peligrosa ola de transmisibilidad del Covid.
No hay espacio para concursos de popularidad política ni para aceptar los chantajes o resistencias de quienes quieren seguir violentando todas las reglas de la prevención y el cuidado, para darle rienda suelta a la rumba abierta o para desincentivar la necesaria y prioritaria vacunación de los ciudadanos.
Tomado del editorial de

No hay comentarios:
Publicar un comentario