Es un hecho singular que gente del partido en el gobierno se pase a
la oposición y eso está ocurriendo. Un río incontenible de gente del PLD
cruza al liderazgo de Leonel Fernández. Es cosa de todos los días. En
todo el país y de más en más.
Este fenómeno tiene al gobierno desquiciado. Tanto que pone a sus
bocinas a involucrarse en acciones absurdas sin guardar las formas. En
cuestión de días violan olímpicamente los procedimientos éticos acabados
de enunciar. Fabrican encuestas para forzar a otra agenda nacional en
que estén mejor parados.
En junio pasado el PLD conmemoró el 24 aniversario de la primera
victoria política con Leonel presidente. Ganó en la segunda vuelta
contra el PRD que tenía como candidato al doctor José Francisco
Peña Gómez. En este aniversario el gobierno teme que repita la epopeya
al comprobar que se deshace su base política; los peledeísta saben que
Gonzalo no le gana a nadie.
En el gobierno hablar de segunda vuelta es mencionar la soga en hogar del ahorcado.
Y tienen razón en su miedo. Leonel es el único candidato que crece,
que suma. Gonzalo lo hace únicamente en encuestas elaboradas con difícil
calidad ética. También puede ser que esta ofensiva gubernamental busque
condicionar la opinión publica para otro fraude similar al de octubre y
al fallido en las municipales que llevó a la JCE a posponer los
comicios. La
desesperación conduce a acciones desesperadas. Ya se ha visto.
desesperación conduce a acciones desesperadas. Ya se ha visto.
El gobierno teme que el liderazgo de Leonel los supere y los derrote
otra vez como ocurrió con el intento de reelección. El líder político ha
logrado lo insólito de consolidar un partido en siete meses y obtenido
victorias legales consecutivas: se reconstruye como el fenómeno
político. Es lo nuevo del proceso electoral.
Entre tanto, Danilo Medina se despide del gobierno peor que Hipólito
Mejía: derrotado en el intento de reelección; dividió el partido de
gobierno; deja la economía destruida, con una tasa de cambio por del
dólar de 60 por un peso y su honestidad en entredicho.
Por Alfredo Freites ;-
No hay comentarios:
Publicar un comentario