Vivimos en una sociedad colapsada, en
pleno siglo XX1 donde los servicios mas elementales de la humanidad no
son ofrecidos, tanto que se habla de modernidad, de la era de la
telemática y la computadora, de nueva tecnología G-5,
de viajes intergalácticos, de armas nucleares y de destrucción masiva,
de gobiernos que dicen resuelven los problemas mas acuciantes de la
población de borregos y guanajos, que cada cuatrienio va a las urnas
para supuestamente cambiar y votar por un nuevo
¨Chapulin Colorado¨ que son incapaces de resolver un solo servicio tan
elemental como el agua potable.
En tiempo de pandemia y del virus
Covid-19, en la ciudad corazón no existe el preciado liquido del agua,
el que paga la población religiosamente, es una estafa pagar un servicio
sin ser ofrecido, no hay peor ciego que el que no
quiere ver la triste realidad dominicana, la depredación de los
bosques, por hordas haitianas y dominicanas en complicidad con las
autoridades de medio ambiente, talan los bosques para hacer carbón de
leña y llevarlo a la vecina república de Haití y hacer
el gran negocio de convertir los bosques dominicanos en zonas
desérticas peor que el Sahara.
Los dominicanos convertimos las desgracias
en un gran negocio para un grupos de empresarios, ahora se comercializa
con el agua en componendas con las autoridades de COORAZAN de Santiago,
que no manda este importante servicio, pero
dejan que los camiones se llenen en sus tanques de aguas que
corresponden a la población lo que es una doble estafa, cobran el
servicio y venden el camión a la friolera suma de $1,700 a $ 2000 pesos,
en componenda con las autoridades que hoy mal administran
Coorazan de la ciudad de Santiago, ya me imagino que el negocio es
institucionalizado por todo el país.
Pero en el pais de los ciegos en que tiene
un ojo es rey, nos quedamos anonadados y estupefactos, que en la
persona del ingeniero Silvio Duran hoy quien dirige la corporación de
agua y alcantarillados de Santiago, quien tendrá
que dar una explicación a la población de porque no dan el servicio y
de porque los camiones de los especuladores y estafadores de este vulgar
negocio llenan sus camiones en sus reservas de agua para vender a
sobre precio el agua, en esta pandemia que afecta
a todos los dominicanos y dominicanas.
Hay que tener cachaza, tupe, ser
inmisericordemente despiadado, sin nada de sensibilidad humana para
permitir que se negocie con este preciado liquido y que se especules en
tiempo de pandemia y de este virus covid-19 para vender
a precio exorbitante a la población de Santiago, el agua a precios que
oscilan entre $1700 a $ 2000 pesos cada camioncito de agua.
Por William Reyna Rivas ;-
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