Cuando el presidente Medina citó a Palacio a los aspirantes afines para
decirles que no buscaría un tercer periodo y que les dejaba en libertad
de promover sus propios proyectos, puso en claro que respaldaría a quien
finalmente mejor marcara en las encuestas (¿). Con algún entusiasmo,
que con los días fue diluyendo, se tiraron al ruedo Reinaldo, Carlos y
Francisco, pero algunos aprestos de “continuidad” y señales confusas
sobre la decisión final del gobernante con respecto a la candidatura del
2020 congelaron el crecimiento de las aspiraciones en ciernes.
En el
interín, hubo sospechas muy acentuadas del grupo - en el que se
contabiliza a Temo y a Segura, pero no están Maritza ni Crespo - de que
la figura mayor estuviera pensando en darle su respaldo a un ”delfín”,
pensando todos en Navarro, que no estuvo en la reunión del restaurante
en la que posaron, no en señal de fortaleza o de unidad, sino de que
algo no les olía muy bien (¿). ¿Utilizados solo como carnada, para
abrirle paso a un Navarro con imagen de gerente, pero carente de arraigo
partidario, que ya renunció al ministerio de Educación y al manejo del
4% del sector para ir en procura de la candidatura morada?
Con o sin el
historial político acostumbrado para medirse con un Leonel tres veces
Presidente y ahora obligado a venir renovado y diferente, pero Reinaldo
planteaba lo de una “cara nueva” y parece que lo han complacido.
La
salida del sospechado “delfín” debió ocurrir hace unos días, pero hubo
cambio tras un Informe de Alicia Ortega dando cuenta de unas compras
millonarias de libros en Educación sin la licitación mandataria y por
cuya irregularidad ya hay dos instancias elevadas por perjudicados ante
el área de Persecución de la Corrupción.
Pese a los aspirantes dejados
ahora “con el moño hecho”, se da por descontado que la idea de lanzar a
Navarro, en el fondo solo buscaría crear una plataforma de poder que
le garantice al presidente Danilo Medina mantener nucleadas sus fuerzas,
evitar naturales estampidas de seguidores, así como-en definitiva-
estar en las mejores condiciones para una negociación cuasi mandataria
con el doctor Leonel Fernández, que es lo que realistas y optimistas
entienden que al final ocurriría, como garantía de preservar la unidad y
de que el PLD retenga el poder. Hay datos, cifras y firmas (?)
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