UNO: LA MOVIDA INICIAL.- Al
entrar el año habrá que ver cuál sector, grupo, institución, dirigente o
persona hará la primera movida, si dentro o fuera de los partidos, y si
acto menor, sin consecuencia, o que marque el período preelectoral. La
Navidad tuvo magia para sí, pero también para la política, pues sin
prestidigitación sacó a los candidatos del escenario, o de la calle, o
del debate.
Ellos dicen en familia que recargando las pilas, y les conviene que
la recarga sea suficiente, ya que los trescientos sesenta y tantos día
que aguardan serán laboriosos y decisivos. El 2020 no se explica sin el
2019, y la verdad que se llega al 2019 con un panorama, no oscuro, pero
sí laberintico, o sin luz clara al final. Todo está –como diría una ama
de casa– a medio talle, y lo más intrigante: no se avanza a más
velocidad, no sería aconsejable acelerar, pues abundan los riesgos, y si
no son baches, son curvas, o terreno propio de deslizamiento. Todos los
partidos que quisieron irse alante tuvieron que devolverse, en muchos
casos obligados, o por situaciones internas o decisiones de altas
cortes…
DOS: JUSTICIA Y CONSEJO.- El día 7 reinicia la
Justicia, con discurso del presidente de la Suprema Corte de Justicia, y
el 10 empezará el proceso de evaluación de los miembros del máximo
tribunal de la República. Posiblemente se conozca por tanto cuál es el
ánimo de la cabeza y demás ramas de ese importante órgano.
Se dicen tantas cosas por anticipado que no se tiene idea clara y por
adelantado de lo que realmente sucederá. Mejor hubiera sido al revés,
que la recomposición se hiciera después de la reorganización, puesto que
así se hubieran evitado las expectativas que ahora están en carne viva.
¿Cómo pronunciar en calma un discurso viendo el cadalso frente a sí? No
es lo mismo una pieza de retiro que de continuidad, como la deriva de
una conformación distinta del CNM, dos de cuyos integrantes corresponden
a la SCJ. La semana que viene, la segunda del año, será crucial si la
película incluye efectos especiales. La lucidez nunca llega a tanto,
pero lo lógico sería que las decisiones del Consejo Nacional de la
Magistratura fueran consecuencia del informe que rinda el portavoz del
poder Judicial.
Si las cosas fluyen adecuadamente, con dos o tres parches se
resuelve. Pero si por el contrario van de mal en peor, como se opina
desde la calle, se impone sacudir, o por el solo hecho de sacudir, o
para que caigan los frutos pasados de maduro…
TRES: EL POSIBLE DOS POR UNO.- El Danilo Medina
político hablará en marzo, según se tiene previsto, pero el Danilo
Medina presidente de la República deberá hacerlo al finalizar febrero en
la rendición de cuentas ante el conjunto de las cámaras legislativas.
Aun cuando pueda hacerse distinción, uno y otro Danilo Medina serán
lo mismo. E incluso la condición y la circunstancia no harán mucha
diferencia. Si quisiera economizarse el tanto hablar o el hablar dos
veces en tan corto tiempo, podría aprovechar la rendición de cuentas y
eliminar el suspenso. Se supone que lo de seguir al mando tiene que ver
con una obra incompleta de gobierno. Así que en febrero hablará de la
abundancia de su administración y nada nuevo tendría que agregar en
marzo. Además de que la posibilidad de que sea dos por uno aumentaría la
expectación de su comparecencia ante el Congreso Nacional. Aunque
evidentemente una ocasión mata la otra. La expectativa de que se defina
respecto a la reelección anularía la expectativa de su labor como
gobernante durante el 2018. De manera que el curso luce interesante: una
estrategia de discurso, a cual circunstancia mejor. Habría que pensar
en la nobleza del sacrificado o en la arrogancia del perdonavidas.
Y hasta en el dictador del siglo XXI, si fuera de lugar…
CUATRO: APEARSE DEL TIGRE CON LEÓN SUELTO.- Este
último punto es importante, pues una cosa es que Danilo Medina no se
decida por la reelección y otra distinta que le despeje el camino a
Leonel Fernández. Ni uno ni otro es una consigna que nadie levanta en el
PLD y que a la oposición tampoco se le ocurre en sus cálculos y
estrategias. Pero en el probable menú de opciones debe contemplarse.
Pues hay lo siguiente. No es posible que después de tanto afanar y
complicarse la vida propia y del partido, ahora todo se resuelva con un
no voy. Sin tomarse a cuenta las acusaciones de violar la Constitución,
los agravios de dictador y los desafíos de no hay marcha atrás. Siempre
es posible la flema del inglés, pero no la sangre del maco, que se dice
fría. Apearse del tigre que se supone amaestrado es fácil. Lo difícil es
hacerlo sabiendo que un león anda cerca y acecha con malos propósitos.
Fernández se vale de cualquier escenario para tirar sus chinitas, y de
que molesta, molesta, aun cuando no se sepa de reacción inmediata.
Medina no responde, aun cuando es sujeto de acoso. Podría considerarse
el cálculo, de que se las va guardando una a una y que se las cobrará
todas juntas. Con deuda, multa y mora. No actuar de prisa, o no dejarse
provocar, no necesariamente significa quedarse dado, o perdonar la
afrenta. En política, y Medina deberá saberlo, no se reza el Padre
Nuestro…
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