Como avanzamos -y abona Roberto Rosario-, todo estaría listo en el
Congreso para encaminar una aventura de reforma constitucional, aunque
todavía el pasar del dicho al hecho depende de que Danilo Medina dé el
“banderazo”. En lo personal, el hombre -con impedimento-, no está por
reelección para el 20, pero sí por “habilitación” para más adelante.
Aunque estrategas y áulicos preferirían que se inclinara por un “bateo y
corrido”, el gobernante -con visión más aguda para ver costos y
consecuencias políticas que no ven otros- se tranzaría por una
liberación del impedimento, porque así en otro período podría
eventualmente capitalizar los frutos de Punta Catalina, de las
relaciones con China y la incidencia que le reporten las próximas
elecciones a nivel del Congreso, de los ayuntamientos y de otras
instancias de poder.
Hay un dilema-tranque, en dos direcciones que, de
no resolverse con inteligencia y vocación de poder, podría mandar de
patitas al PLD a la oposición. Primero, un factor de credibilidad y
confianza por el medio para abrirle una carta de ruta a Medina, aun con
destino y fecha de vuelo y, segundo, la rígida condición de Danilo, de
que no sea él ni Leonel, sino un tercero, el que mejor marque. Pero
ninguno, incluso todos los demás juntos, ha despegado. Solo los dos
primeros y doña Margarita marcan. En un momento se pensó en ella como
solución, por sus números y para poner en apuros a Fernández, apoyando
la esposa. Pero hubo un giro de estrategia, y ya ni ella, por eso han
comenzado a bajarla en las encuestas, y se deja caer que “están los
votos” para reformar la Carta Magna. Y ojo, del PRM darían una manito, a
fin de atizar el lío morado. Mientras Leonel en San Juan, la tierra de
Medina, lanza un grito de guerra, con su “no hay marcha atrás” y la
salvedad de que cuando en el 2011 consiguió dos millones 200 mil firmas
de apoyo que le llevaron en carretillas al Palacio de los Deportes, las
puso a disposición del PLD y no se embarcó en modificar la Constitución
para beneficio propio. El tema se analiza en varios sectores, entre
ellos, que creen que, ante un intento de reelección, Leonel podría ganar
con un frente opositor, pero que sin acuerdo con Danilo, lo más seguro
es que gane Abinader. Por eso, una familia sonora ya mira para allá y en
un ex del CONEP para jefe de gabinete. Hay más.
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