Managua, Nicaragua;- Miles de sandinistas salieron ayer a las calles
de Managua para manifestar su apoyo al presidente Daniel Ortega y pedir
por la paz ante la crisis sociopolítica en el país, que ha dejado
cientos de muertos desde abril.
La manifestación, denominada "Caminata de paz y buena voluntad", sirvió, además, para exigir justicia por los 199 fallecidos, según las cifras oficiales, que han causado las protestas contra el Ejecutivo desde el 18 de abril.
A pie, en motocicletas y en vehículos, miles de simpatizantes del mandatario, entre ellos empleados públicos y miembros de la Juventud Sandinista, participaron en la caminata que partió de la rotonda Jean Paul Genie hasta la Avenida de Bolívar a Chávez, en un recorrido de unos seis kilómetros.
"Caminamos por la paz, justicia y vida", se leía en las pancartas que desplegaron los sandinistas durante la caminata.
Previo a la salida de esa marcha, la vicepresidenta nicaragüense, Rosario Murillo, dijo a medios oficiales que en esa caminata ratificarán la paz y la buena voluntad de su Gobierno, en medio de la crisis sociopolítica.
"Ratificando que vamos adelante con fe y esperanza, que vamos adelante construyendo la paz todos los días, y trabajando por la reconciliación todos los días", indicó Murillo, también primera dama.
Explicó que esas caminatas, convocadas por el Gobierno desde hace dos meses los días miércoles y sábado, son "para garantizar la seguridad, la estabilidad y el trabajo".
También para alcanzar "las buenas nuevas, las buenas noticias", que "estarán abundando en las próximas semanas", agregó.
"La buena nueva de la paz plena que va avanzando, del encuentro y la reconciliación que desde las comunidades va avanzando; la buena nueva de la armonía, de la capacidad de convivencia, en las comunidades; la buena nueva de estar todos reuniéndonos como gran familia nicaragüense", apuntó.
La marcha sandinista es encabezada por el ministro de desarrollo agropecuario, Edward Centeno; la directora del Instituto Nicaragüense de Turismo, Anasha Campbell; y la directora del Programa de Microcrédito Justo para Familias, Leonor Corea.
Durante la marcha, los sandinistas expresaron su respaldo a Ortega en medio de música revolucionaria y cargando banderas del oficialista Frente Sandinista de Liberación Nacional (FSLN) y la de Nicaragua.
Nicaragua vive una crisis social y política que ha generado varias protestas contra el Gobierno del presidente Daniel Ortega y un saldo de entre 322 y 512 muertos y más de 300 "presos políticos", según organismos de Derechos Humanos locales y extranjeros, mientras que el Ejecutivo cifra en 199 los fallecidos.
El diálogo que sostenían la opositora Alianza Cívica y el Gobierno para superar la crisis fue suspendido de forma indefinida en julio pasado, después de que grupos oficialistas atacaran a obispos de la Iglesia católica, quienes actúan como mediadores.
La manifestación, denominada "Caminata de paz y buena voluntad", sirvió, además, para exigir justicia por los 199 fallecidos, según las cifras oficiales, que han causado las protestas contra el Ejecutivo desde el 18 de abril.
A pie, en motocicletas y en vehículos, miles de simpatizantes del mandatario, entre ellos empleados públicos y miembros de la Juventud Sandinista, participaron en la caminata que partió de la rotonda Jean Paul Genie hasta la Avenida de Bolívar a Chávez, en un recorrido de unos seis kilómetros.
"Caminamos por la paz, justicia y vida", se leía en las pancartas que desplegaron los sandinistas durante la caminata.
Previo a la salida de esa marcha, la vicepresidenta nicaragüense, Rosario Murillo, dijo a medios oficiales que en esa caminata ratificarán la paz y la buena voluntad de su Gobierno, en medio de la crisis sociopolítica.
"Ratificando que vamos adelante con fe y esperanza, que vamos adelante construyendo la paz todos los días, y trabajando por la reconciliación todos los días", indicó Murillo, también primera dama.
Explicó que esas caminatas, convocadas por el Gobierno desde hace dos meses los días miércoles y sábado, son "para garantizar la seguridad, la estabilidad y el trabajo".
También para alcanzar "las buenas nuevas, las buenas noticias", que "estarán abundando en las próximas semanas", agregó.
"La buena nueva de la paz plena que va avanzando, del encuentro y la reconciliación que desde las comunidades va avanzando; la buena nueva de la armonía, de la capacidad de convivencia, en las comunidades; la buena nueva de estar todos reuniéndonos como gran familia nicaragüense", apuntó.
La marcha sandinista es encabezada por el ministro de desarrollo agropecuario, Edward Centeno; la directora del Instituto Nicaragüense de Turismo, Anasha Campbell; y la directora del Programa de Microcrédito Justo para Familias, Leonor Corea.
Durante la marcha, los sandinistas expresaron su respaldo a Ortega en medio de música revolucionaria y cargando banderas del oficialista Frente Sandinista de Liberación Nacional (FSLN) y la de Nicaragua.
Nicaragua vive una crisis social y política que ha generado varias protestas contra el Gobierno del presidente Daniel Ortega y un saldo de entre 322 y 512 muertos y más de 300 "presos políticos", según organismos de Derechos Humanos locales y extranjeros, mientras que el Ejecutivo cifra en 199 los fallecidos.
El diálogo que sostenían la opositora Alianza Cívica y el Gobierno para superar la crisis fue suspendido de forma indefinida en julio pasado, después de que grupos oficialistas atacaran a obispos de la Iglesia católica, quienes actúan como mediadores.
La
tensión aumentó luego de que este fin de semana la Policía disolviera
varias manifestaciones en diferentes ciudades y capturara a decenas de
personas tras haber calificado de "ilegales" las protestas contra el
presidente Daniel Ortega.
La Comisión Interamericana de Derechos Humanos (CIDH) y la oficina
del Alto Comisionado de la Naciones Unidas para los Derechos Humanos
(Acnudh) han responsabilizado al Gobierno de Ortega por "más de 300
muertos", ejecuciones extrajudiciales, torturas, obstrucción a la
atención médica, detenciones arbitrarias, secuestros, violencia sexual,
entre otras violaciones a los derechos humanos.
Ortega rechaza esos señalamientos y sostiene que se trata de un intento de "golpe de Estado".
Las protestas contra Ortega y Murillo comenzaron el 18 de abril
pasado, por unas fallidas reformas de la seguridad social y se
convirtieron en una exigencia de renuncia del mandatario, después de 11
años en el poder.
EFE
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