Los resultados publicados por el periódico Hoy la semana recién
transcurrida sobre la Encuesta Gallup son estremecedores para el
gobierno del Presidente Danilo Medina y deben, a mi juicio, llamar a una
reflexión profunda del mandatario acerca de la delicada situación que
tiene por delante en el próximo año y medio que le queda a su período
presidencial.
Según los datos de Gallup, el 84% de la población estima que el
desempeño del gobierno es malo o muy malo en cuanto a seguridad
ciudadana y en la lucha contra la delincuencia. Un 78.7% califica malo o
muy malo el desempeño del gobierno en el control de los haitianos
ilegales.
Sólo un 14.1% de la población aprueba su gestión en este tema.
Estos dos aspectos fundamentales de la gestión de gobierno, planes de
seguridad pública y tema migratorio haitiano, fueron encomendados por
el presidente Danilo Medina al ministro de la Presidencia, Gustavo
Montalvo, con plenos poderes, desde el inicio de su gobierno, hace 6
años. El fracaso ha sido rotundo y el rechazo del pueblo por el orden
del 80%. No nos oyó el Presidente cuando teníamos la condición de
aliados. La realidad hoy nos da la razón.
El 59.1% de la población según la Encuesta Gallup desaprueba el
gabinete del presidente Medina; la valoración del desempeño del
mandatario del 62.7% que tenía el año pasado va en picada a 47.8%, refl
ejando un gran desgaste en el ejercicio del poder. En el plano de
posibles escenarios electorales, Leonel Fernández encabeza la percepción
de quién será el próximo Presidente de la República, con un 21.8%
frente a 18.6% del presidente Medina y un 12.1% de Luis Abinader.
Igualmente, ante la pregunta de quién debe ser el candidato del PLD,
el Dr. Leonel Fernández alcanza 23.6%, frente a 15.8% del presidente
Medina y 4.1% de doña Margarita Cedeño, esposa del expresidente
Fernández.
El rechazo a la reelección y a la posibilidad de una reforma
constitucional alcanza el 71.4%. El 58%, según Gallup, entiende ahora
hay más corrupción que en todos los gobiernos pasados.
El panorama que describe Gallup, publicado por el periódico Hoy, es desolador.
Creo que para el presidente Medina la Encuesta Gallup debe ser un
instrumento de gran refl exión, fría, serena, de qué hacer frente a este
panorama tan difícil que se le plantea, coincidiendo con un deterioro
gravísimo de las relaciones diplomáticas de Estados Unidos con su
gobierno; en momentos en que el Vicepresidente de EEUU condena
públicamente a la República Dominicana por haber roto sus relaciones con
Taiwán, sosteniendo que fue el Partido Comunista Chino el que convenció
a nuestro gobierno, al de Panamá y el de El Salvador, de tal acción.
Creo que ha llegado el momento decisivo para que el Presidente
entienda que, no existen condiciones mínimamente parecidas a las que le
permitieron hace cuatro años maniobrar para quedarse en el poder a
través de un proyecto de reelección. La Encuesta Gallup debe servir para
que el Presidente entienda que, la situación del país que él está
percibiendo desde el Palacio no es la que está padeciendo el pueblo
dominicano hoy día, y que retrata la Encuesta de Gallup. El objetivo
central del presidente Medina debe de ser concentrarse en mejorar en
este año y medio que le falta el desempeño de su gobierno y terminar lo
mejor posible.
El Presidente debe percibir no es momento para crear nuevas crisis;
de confrontaciones estériles, ni internamente en su partido, ni
externamente.
Debe ser momento en que él se convierta en un ente de concordia e
impulse grandes reformas que necesita el país para preservar su
estabilidad macroeconómica y revertir la pésima política migratoria que
ha permitido una invasión masiva haitiana y la toma de los Hospitales y
Maternidades de la República Dominicana por decenas de miles de
parturientas del vecino país.
Si el presidente Medina, por el contrario, no interpreta
correctamente los demoledores resultados de la Gallup y sobreestima su
poder y sus fuerzas internas desafiando el orden constitucional que
prohíbe su reelección, va a aumentar drásticamente el desgaste de su
gobierno a niveles insospechados y puede terminar su período en un grave
proceso de ingobernabilidad y de extrema debilidad.
A Dios que lo ilumine y lo haga tomar la decisión correcta, tanto para el país como para él mismo.
Por Vinicio Castillo Semán ;-
No hay comentarios:
Publicar un comentario