Aunque para muchas personas el devenir político
está plagado de incertidumbre considero que en su realidad tienen miedo
de no conocer el futuro. Viven peleando la guerra del futuro. Quieren
hacer la digestión antes de haber comido. En contraste con los
ciudadanos dubitativos hay una gran mayoría que sin pensarlo mucho
pueden afirmar quién ganará las próximas elecciones.
No aseguro que tales vaticinios sean ciertos en el futuro. Creer en eso sería colocarme en la misma posición de tener el futuro en las manos. Sería la otra cara de la medalla. Al colocarme en condición de opinador aseguro que lo que dicen los dominicanos sin titubear es que Leonel Fernández o Luis Abinader, uno de los dos, será el próximo Presidente.
Están hablando en tiempo real. Son los resultantes de las encuestas que se hacen cotidianamente. Las mediciones de intención del votante marcan mayoría hacia el PLD con Leonel Fernández y en segunda posición el PRM tendrá de candidato a Luis Abinader. Los porcentajes pueden variar e invertirse las posiciones o incluso que surjan otros candidatos que sobrepasen estas simpatías.
No aseguro que tales vaticinios sean ciertos en el futuro. Creer en eso sería colocarme en la misma posición de tener el futuro en las manos. Sería la otra cara de la medalla. Al colocarme en condición de opinador aseguro que lo que dicen los dominicanos sin titubear es que Leonel Fernández o Luis Abinader, uno de los dos, será el próximo Presidente.
Están hablando en tiempo real. Son los resultantes de las encuestas que se hacen cotidianamente. Las mediciones de intención del votante marcan mayoría hacia el PLD con Leonel Fernández y en segunda posición el PRM tendrá de candidato a Luis Abinader. Los porcentajes pueden variar e invertirse las posiciones o incluso que surjan otros candidatos que sobrepasen estas simpatías.
Sin
embargo, desde hace muchas elecciones no ha surgido ninguna viga,
sorpresa o alguna oferta inusitada. Entre los dos que marcan punteros se
ha desarrollado el proceso.
Uno de los problemas que enfrentan los aspirantes del futuro es que
deben prepararse para presidentes, aunque no hay escuela para eso, sí
están las herramientas intelectuales que deben dominar como el estudio
de la historia, preparación en economía, conducta irreprochable y tienen
que entrenarse en el ejercicio de la política. Es posible que para el
2024 uno de los que ahora tiene en la frente la etiqueta de novel
acelere la maduración, aunque las estadísticas, la tradición, la cultura
política no ayudan el vaticino.
Hay que partir de los que hay. En América muchos de los grandes
liderazgos han desaparecido en los últimos diez años sin que haya sido
para mejor el reemplazo. Sin embargo, en nuestro país los dirigentes no
envejecen. Son auténticos herederos de los longevos Juan Bosch y Joaquín
Balaguer. Los partidos son un tiovivo con los asientos ocupados por las
ofertas que se han asentado. Los que aspiran a presidir la República,
antes tienen que comenzar su preparación hoy, o mejor ayer.
Pero por más vueltas al globo si hoy fueran las elecciones se votaría por Leonel o Luis, dicen todas las encuestas.
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