Hay que resaltar que el público destino de este material es la población media y alta. No es fácil descifrarlo, aunque esté enchumbado de señales. Debe ser parte de una campaña publicitaria que presenta a Leonel en la difícil escalada hacia el poder. De entrada, la amplia difusión fue gratis. En poco tiempo se tornó viral. Rebotó de uno a otro correo con una carga de crítica o aprobación.
Hubo imágenes que ridiculizaban a Leonel y otras cargadas de ternura.
Según mis amigos publicistas y mercadólogos, que afi rman que fue lanzado deliberadamente para publicitar el mitin de ayer, este spot tuvo su resultado feliz para los creadores porque en favor o en contra pusieron a Leonel en primer plano. Todos hablaron del producto político. El vídeo sacó del aire a todos los otros temas.
No será una disección, pero quiero aproximarme al estudio de las imágenes. Lo primero es que Leonel retoma desacralizar la vestidura del político en campaña.
Ahora se presenta como un explorador. Como aquella vez de jugador de baloncesto, deja saco y corbata y camina una zona escarpada cargando en la espalda una gran mochila, que podría ser el gobierno y con un enrollado colchón morado.
El tiempo político es nublado con aguaceros dispersos, pero sigue ascendiendo; otra vez se agarra del palo y cruza el frágil puente de las alianzas. Tiene la brújula constitucional para no perder el rumbo que en algunos tramos es escabroso, con grandes rocas y troncos muertos, como compañeros que se quedaron el camino. Hace pensar que subiendo la loma nadie se cansa cuando hay al fi nal la luz del sol. Todo el comercial es una expresión de reto y competencia. Retoma expresiones pasadas y bebe el agua limpia de la renovación para ver un nuevo amanecer. Una cosa mala se convirtió en una buena.
Por Alfredo Freites ;-
No hay comentarios:
Publicar un comentario