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lunes, agosto 13, 2018

Carta a la Junta Central Electoral

Señores
Honorable Presidente y demás Miembros
de la Junta Central Electoral
Julio César Castaños Guzmán,
Presidente
Roberto Saladín Selin, Miembro
titular
Rosario Altagracia Graciano de los
Santos, Miembro titular
Carmen Imbert Brugal, Miembro
titular
Henry Mejía Oviedo, Miembro titular
Junta Central Electoral
Av. Luperón
Su Despacho
Honorables Presidente y demás Miembros que integran el Pleno de la Junta Central Electoral: Les escribo esta carta, más que como dirigente de la Fuerza Nacional Progresista (FNP), como ciudadano dominicano, preocupado por la suerte institucional de esta nación y del ominoso y grave peligro que le asecha, en ocasión de la reciente aprobación por el Congreso Nacional de una Ley de Partidos que pone sobre los hombros de ustedes la responsabilidad histórica de involucrarse en la organización de primarias abiertas, cerradas y simultáneas el domingo 27 de octubre del año próximo, es decir, dentro de 14 meses.
El país está en un verdadero trance; viviendo momentos decisivos que pueden generar un futuro incierto, lleno de difi cultades, y que puede concluir en un caos pre-electoral que socave la credibilidad de la Junta Central Electoral y afecte sensiblemente la hoja de servicio público intachable que se han ganado ustedes a lo largo de sus vidas.
No es cierto que la Junta Central Electoral y ustedes están obligados de manera automática a cumplir un mandato de una ley absurda que les da una encomienda imposible de ejecutar sin afectar gravemente la credibilidad y operatividad del órgano electoral, como ustedes bien advirtieron a todos los partidos políticos reconocidos en una sesión histórica celebrada el pasado 25 de julio.
Cuando ustedes juraron ante el Senado como Miembros de la Junta Central Electoral se comprometieron ante Dios y ante la República cumplir y hacer cumplir en primer término la Constitución, por lo que ninguna ley adjetiva puede imponérseles, porque tres partidos se hayan confabulado para hacerse trajes a la medida de sus conveniencias coyunturales aprobándola en el Congreso Nacional.
En el caso específi co de nuestro querido amigo Dr. Julio César Castaños, es importante recordar, con el mayor respeto, que fue él, a través de su Fundación, el que atacó en inconstitucionalidad la Ley de Primarias Abiertas y Simultáneas que fuera abatida por la Suprema Corte de Justicia mediante sentencia de fecha 16 de marzo de 2005, actuando como Corte Constitucional, cuyo precedente es inamovible y vinculante a todos los poderes públicos, conforme al Artículo 277 de la Constitución vigente de República Dominicana.
Ese fallo vinculante para la Junta Central Electoral, consideró inconstitucional que la Ley de Primarias Abiertas y Simultáneas pudiera convocar las asambleas electorales (todo el electorado nacional, padrón de JCE) para un fi n distinto al que le manda la Constitución, la anterior y la actual, para la realización de elecciones, y en el caso de la presente, para los referéndums y las leyes que lo regulan, también previstas por la Constitución.
Igualmente, ¿cómo pueden ustedes, Honorables Miembros de la Junta Central Electoral, permitir o sumarse, directa o indirectamente, a que un adefesio inconstitucional como la ley aprobada suprima la democracia interna de los partidos y el derecho constitucional de asociación que protege a sus militantes y afi liados, al plantearse en la misma, que las cúpulas “de los partidos” decidirán el método de elección de las candidaturas internas, en contra de lo que dicen sus propios estatutos? Ustedes, Honorables Miembros de la Junta Central Electoral, son los garantes constitucionales de los derechos fundamentales. Es de pleno conocimiento de ustedes que el Artículo 216 de la Constitución reza textualmente: “Artículo 216.- Partidos políticos. La organización de partidos, agrupaciones y movimientos políticos es libre, con sujeción a los principios establecidos en esta Constitución. Su conformación y funcionamiento deben sustentarse en el respeto a la democracia interna y a la transparencia, de conformidad con la ley. 1) Garantizar la participación de ciudadanos y ciudadanas en los procesos políticos que contribuyan al fortalecimiento de la democracia; 2) Contribuir, en igualdad de condiciones, a la formación y manifestación de la voluntad ciudadana, respetando el pluralismo político mediante la propuesta de candidaturas a los cargos de elección popular;…” Como se comprueba de la transcripción de este texto, son las militancias de los partidos las que hacen las propuestas de candidaturas al electorado nacional, bajo el respeto de la democracia interna.
Fueron ustedes los que hace apenas unos días convocaron junto a su equipo técnico a una sesión pública y televisada al país, en la que plantearon los cinco factores que hacían imposible llevar a cabo la aventura propuesta, entre ellas el económico, citando los montos a requerirse en más de cinco mil millones de pesos.
La ley recién aprobada engañosamente plantea que los fondos para organizar esas primarias saldrían de los asignados por ley a los partidos políticos para el año 2019. Un simple cálculo demuestra que, aún si se usaran todos los recursos que reciben los partidos políticos por concepto de contribución del Estado para año no electoral, no llegaría ni a un 40% de los recursos requeridos por la Junta Central Electoral, lo que hace inconstitucional e inviable el mandato de la ley mostrenca aprobada en el Congreso.
Pero, como si faltaran más elementos absurdos, se plantea que la Junta Central Electoral organice primarias abiertas y cerradas el mismo día, conceptos excluyentes, porque no pueden organizarse simultáneamente primarias abiertas con el padrón total de la JCE y padrón cerrado de militantes de los partidos políticos, lo que implicaría la obligación para ustedes de hacer una resta al padrón global del electorado, quitándole los militantes de cada uno de los partidos que decidan ir con primarias cerradas. Tendrían ustedes que verifi car, uno por uno, que los que fi guran en padrones internos para primarias cerradas han dado su consentimiento expreso, para excluirlos del padrón general del electorado a usarse por los partidos que vayan a primarias abiertas.
Si lo anterior no es caos y desorden, distinguidos Honorables Miembros de la Junta Central Electoral, borremos esa palabra del diccionario. Y todo ésto, faltando pocos meses para las complejas elecciones municipales, congresionales y presidenciales fi jadas por la Constitución para febrero y mayo de 2020. Imaginaos, distinguidos amigos, unas primarias abiertas y cerradas el 27 de octubre de 2019, en la que participen más de 100,000 precandidatos de diferentes partidos, la cantidad de reclamos, impugnaciones, recursos, denuncias, de todo aquel que sienta que perdió en esas contiendas.
Noviembre y diciembre de impugnaciones y descrédito contra la Junta Central Electoral y contra sus Juntas Municipales, cuya autoridad llegaría seriamente afectada a los procesos claves constitucionales de elección de autoridades. ¿Cómo pueden ustedes sumarse a eso? Por todo lo anterior, les pido refl exionen. Sé que hay muchas presiones del poder, pero la República necesita de parte de ustedes fi rmeza en estos momentos decisivos. Ustedes, como bien ha dicho el Dr. Castaños, “no están obligados a lo imposible”.
Y mucho más si se les ordena por ley violar de manera fl agrante la Constitución, como es el caso. No importa lo que diga el adefesio, su compromiso ineludible y sagrado es con la suerte, la paz y la normalidad institucional de la República. Llevar el adefesio legal ante el Tribunal Constitucional es una responsabilidad de ustedes, a quienes le han encomendado, por ley, de ser los verdugos y ejecutores de las violaciones constitucionales.
Si por alguna razón, ustedes no asumen las responsabilidades que demanda la República en estos momentos frente a los desafíos, riesgos y peligros que entraña el adefesio inconstitucional aprobado en el Congreso, la suerte de la República quedará comprometida y ustedes, sin proponérselo, estarán cavando la tumba de la credibilidad de la institución que dirigen.
Me despido con profunda fé en ustedes y en su capacidad para discernir sobre los graves alcances del reto histórico tienen sobre sus hombros.
Me adelanto a pedirles excusas si en estas líneas he usado términos o frases fuertes, que sólo las puede explicar la gravedad y seriedad de las circunstancias que vivimos en estos momentos.
Un saludo respetuoso, 10 de agosto de 2018  
Por Vinicio Castillo Semán ;-
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