El liderazgo del PLD y el PRM, sustentado en dos figuras por cada
organización, deberá ser muy ducho y certero en los pasos a dar y las
decisiones a tomar en el corto tiempo en el orden
político-institucional, para no arruinar un futuro que, aunque
promisorio en doble dirección, pende al día hoy de la inteligencia y la
prudencia que los dirigentes principales puedan expresar en el
movimiento de las fichas.
En el caso de los morados, cualquier pifia
anidada por la ambición o la sobreestimación, pudiera empujarles a una
división real y, como consecuencia, a que el poder que controlan desde
hace varios años se les vaya de las manos y cambie de dueño. Y los del
PRM -que por el desempeño en el pasado proceso electoral y por lo
pequeño que lucen los otros, debería asumirse como “herederos”- pudieran
simplemente quedarse “oliendo donde guisan”, si se pierden de bulto y
de estrategia. Por ejemplo, con respecto a la Ley de Partidos, donde la
organización que lideran Abinader y Mejía dio muestras de ambivalencia y
hasta encendió un bombillo rojo entre sus aliados del Bloque Opositor,
pudiera ocurrirle como al bizco del cuento de Bosch, que al ver dos
toros y dos ventanas intentó meterse por la abertura que no era, pero lo
agarró el bovino de afilados cuernos que era (¿). El PRM, que ahora con
las caras frescas de Paliza y de Carolina tiene el reto de crecer y ser
opción (solo o en bloque), de inicio estaba plantado en que las
primarias se aprobaran en la Ley “como establecen los estatutos”, pero
luego estaba por aceptar la sugerencia del sector Medina de que fuera
“como decidan los altos organismos” (¿). Como era de esperarse, eso
levantó el avispero en el sector leonelista y revolteó a los aliados del
Bloque Opositor, que no les gusta la jugada. Ante esto, el PRM habría
reconsiderado y planteado que, ninguna de las coletillas, sino que sean
los partidos los que decidan el método de elección de los candidatos,
como debe ser y dice el librito constitucional en la lista de los
derechos fundamentales, entre los que está la libertad de asociación.
Por seguridad -o para evitar-, el Bloque le pidió al PRM que si ya es la
propuesta final, que la oficialice por escrito, lo que se espera haga
esta semana. En fin, sin votos del PRM las primarias abiertas no pasan, y
sin un consenso, la Ley de Partidos se cae.
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