"Mis amigos y mis amigas,Ha
llegado la hora de que todos los demócratas comprometidos con la
defensa del Estado Democrático de Derecho repudiar las maniobras de las
que estoy siendo víctima, de modo que prevalezca la Constitución y no
los artificios de aquellos que la desaten por miedo a las noticias de la
Televisión.La
única cosa que quiero es que la Fuerza Tarea de la Lava Chorro,
integrada por la Policía Federal, el Ministerio Público, el Moro y el
TRF-4, muestren a la sociedad una única prueba material de que cometi
algún crimen.
No basta palabra de delator ni tampoco la convicción de power point. Si
hubiese imparcialidad y seriedad en mi juicio, el proceso no
necesitaría tener miles de páginas, pues era sólo mostrar un documento
que probara que soy el propietario de tal inmueble en el Guarujá.Con
base en una mentira publicada por el periódico O Globo, atribuyéndome
la propiedad de un apartamento en Guarujá, la Policía Federal,
reproduciendo la mentira, inició una investigación; el
Ministerio Público, acogiendo la misma mentira, hizo la acusación y,
finalmente, siempre con fundamento en la mentira nunca probada, el Juez
Moro me condenó. El TRF-4, siguiendo el mismo argumento iniciado con la mentira, confirmó la condena.Todo
esto me lleva a creer que ya no hay razones para creer que tendré
justicia, pues lo que veo ahora, en el comportamiento público de algunos
ministros de la Corte Suprema, es la mera reproducción de lo que pasó
en la primera y en la segunda instancia.En
primer lugar, el Ministro Fachin retiró del Segundo Tribunal del
Supremo Tribunal Federal el juicio del habeas corpus que podría impedir
mi arresto y lo remitió al Pleno. Tal
maniobra evitó que la Segunda Clase, cuyo posicionamiento mayoritario
contra la prisión antes del tránsito en juzgado ya era de todos
conocido, concediera el habeas corpus. Esto
quedó demostrado en el juicio del Pleno, en el que cuatro de los cinco
ministros de la Segunda Clase votaron por la concesión del orden.En
seguida, en la medida cautelar en que mi defensa postuló el efecto
suspensivo al recurso extraordinario, para ponerme en libertad, el mismo
Ministro resolvió llevar el proceso directamente a la Segunda Clase,
teniendo el juicio fue pautado para el día 26 de junio. La
cuestión planteada en esta precaución nunca fue apreciada por el Pleno o
por la Turma, pues lo que en ella se discute es si las razones de mi
recurso son capaces de justificar la suspensión de los efectos del
acuerdo del TRF-4, para que yo responda al proceso en libertad .Sin
embargo, al apagar las luces del viernes 22 de junio, pocos minutos
después de que se publicó la decisión del TRF-4 que negó el seguimiento
de mi recurso (lo que ocurrió a las 19.05 horas), como si estuviera
armada una toca, la
medida cautelar fue dada por perjudicada y el proceso extinto,
artificio que, una vez más, evitó que mi caso fuera juzgado por el
órgano judicial competente (decisión divulgada a las 19h40m).Mi defensa recurrió de la decisión del TRF-4 y también de la decisión que extinguió el proceso de la cautelación. Sin embargo, sorprendentemente, una vez más el ponente remitió el juicio de este recurso directamente al Pleno. Con más esta maniobra, fue sustraída, otra vez, la competencia natural del órgano al que cabía el juicio de mi caso. Como
quedó demostrado en la sesión del día 26 de junio, en la que se juzgaba
mi cautelar, la Segunda Clase tiene el firme entendimiento de que es
posible la concesión de efecto suspensivo el recurso extraordinario
interpuesto en una situación semejante a la del mío. Las maniobras alcanzaron su objetivo: mi petición de libertad no fue juzgada.Cabe
preguntarse: ¿por qué el relator, en un primer momento, remitió el
juicio de la cautelar directamente a la segunda clase y, enseguida,
envió al Pleno el juicio del agravio regimental, que por la ley debe ser
apreciado por el mismo colegio competente para juzgar el recurso?Las
decisiones monocráticas han sido usadas para la elección del colegio
que momentáneamente parece ser más conveniente, como si hubiera algún
compromiso con el resultado del juicio. Están concebidas como estrategia
procesal y no como instrumento de Justicia. Tal
comportamiento, además de privarme de la garantía del Juez natural, es
concebible para los acusadores y defensores, pero totalmente inapropiado
para un magistrado, cuya función exige imparcialidad y distanciamiento
de la arena política.No estoy pidiendo favor; estoy exigiendo respeto.A
lo largo de mi vida, y ya cuento 72 años, creí y predicé que tarde o
temprano siempre prevalece la justicia para personas víctimas de la
irresponsabilidad de falsas acusaciones. Con
mayor razón en mi caso, en que las falsas acusaciones son corroboradas
sólo por delatores que confesaron haber robado, que están condenados a
decenas de años de prisión y en desesperada búsqueda del beneplácito de
las delaciones, por medio de las cuales obtienen la libertad, la
posesión y la conservación de parte del dinero robado. Personas que serían capaces de acusar a la propia madre para obtener beneficios.
Es dramática y cruel la duda entre continuar creyendo que pueda haber Justicia y el rechazo de participar en una farsa.
Si no quieren que sea Presidente, la forma más simple de lograrlo es tener el coraje de practicar la democracia y derrotarme en las urnas.
No he cometido ningún crimen. Repito: no he cometido ningún crimen. Por eso, hasta que presenten al menos una prueba material que macule mi inocencia, soy candidato a Presidente de la República. Desafío a mis acusadores a presentar esta prueba hasta el 15 de agosto de este año, cuando mi candidatura será registrada en la Justicia Electoral.
Luiz Inacio Lula da Silva
Curitiba 3 de julio de 2 018 "
Si no quieren que sea Presidente, la forma más simple de lograrlo es tener el coraje de practicar la democracia y derrotarme en las urnas.
No he cometido ningún crimen. Repito: no he cometido ningún crimen. Por eso, hasta que presenten al menos una prueba material que macule mi inocencia, soy candidato a Presidente de la República. Desafío a mis acusadores a presentar esta prueba hasta el 15 de agosto de este año, cuando mi candidatura será registrada en la Justicia Electoral.
Luiz Inacio Lula da Silva
Curitiba 3 de julio de 2 018 "
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