En la semana recién transcurrida el Partido Revolucionario Moderno
(PRM) celebró una importante reunión de su dirección ejecutiva, en la
que decidió “fl exibilizar” su posición institucional con respecto a la
Ley de Partidos y al tema crucial del modo de selección de candidaturas
internas. El PRM se apartó así de un texto consensuado con todos los
partidos de oposición bajo el argumento de que “hay que salvar la Ley de
Partidos”.
La nueva posición asumida por el PRM parecería dar la impresión ante la opinión pública de que quien ha tenido el tranque para que no se apruebe la Ley de Partidos es la oposición encabezada en el Congreso por ellos y no por el sector que encabeza el presidente Danilo Medina, con su empecinamiento de buscar cualquier subterfugio legal para imponer las primarias abiertas organizadas por la Junta Central Electoral, que no son otra cosa que unas elecciones anticipadas, faltando meses para las elecciones generales pautadas por la Constitución para el año 2020.
El denominado Bloque Opositor, que no es más que la conjunción de todos los partidos opositores para temas específi cos como la Ley de Partidos y la Reforma Electoral, se reunió el pasado miércoles en la sede central del Partido Revolucionario Social Demócrata (PRSD), reunión a la cual acudió representando al PRM el diputado Víctor de Aza. La posición unánime de todos los partidos opositores es que si el PRM ha decidido variar el texto consensuado, debe de comunicar a toda la coalición opositora cuál es el nuevo texto-propuesta, ya que lo único que conoce la opinión pública y todos los partidos de oposición es que el PRM aprobó que cada partido escoja su método de elección libremente y que sean procesos organizados por la Junta Central Electoral.
En este sentido, se le está pidiendo a la Junta Central Electoral, en base a la nueva propuesta del PRM, que organice y sea la responsable de los cómputos de las primarias internas de los partidos, que signifi ca meter al organismo electoral en un berenjenal enorme, meses antes de los comicios municipales de febrero del 2020 y los presidenciales y congresionales de mayo de ese mismo año.
Como representante de la FNP en esa reunión con el denominado Bloque Opositor advertimos, tanto al PRM como a todos los partidos presentes, los graves riesgos que implicaban para los procesos electorales involucrar a la Junta Central Electoral en elecciones internas vía primaria en las que participarían más de cien mil candidatos con padrones distintos. La cantidad de reparos, denuncias de fraude e irregularidades, fundadas o no, que suelen acompañar estos procesos desacreditarían la Junta Central Electoral antes de los procesos de elecciones generales.
La logística, no sólo económica, sino tecnológica y de personal, que implicaría para la Junta Central Electoral organizar y dar cómputos en estas primarias internas cerradas de los partidos sería extraordinariamente complicada, prácticamente imposible de salir indemne y con un éxito en su realización.
Estoy consciente de que el PRM tuvo grandes problemas en su última convención interna. Pero esos problemas, debilidades y falencias no deben ser transferidos a la Junta Central Electoral. El PRM, como todos los otros partidos, tiene más de un año por delante para completar su padrón de militantes, depositarlo con sufi ciente tiempo de antelación ante la JCE para su depuración antes de la realización de primarias para elegir sus candidatos.
Con una supervisión adecuada de la Junta y con el depósito previo de sus padrones de militantes, pueden salvarse todos los escollos y problemas externos que históricamente han tenido este tipo de procesos.
Creo de manera sincera que meter a la JCE en ese berenjenal de organizar las primarias internas de los partidos y dar cómputos de candidatos ganadores en los tres niveles de elección, a nivel nacional, conocer de revisiones, impugnaciones de los mismos, es apostar al caos electoral.
Como bien planteara un editorial del periódico Hoy, lo menos que podría hacerse ante esa eventualidad y la nueva propuesta del PRM, es consultarle a la JCE si está en condiciones de llevar a cabo esos procesos.
Creo que la comisión especial de diputados que estudia la Ley de Partidos, al conocer la nueva propuesta del PRM debe citar a la JCE y pedirle por escrito su opinión acerca de la posibilidad o no que tendrían de organizar estas complejas primarias internas de partidos políticos para elegir en un proceso donde participarían más de cien mil precandidatos.
Por Vinicio Castillo Semán ;-
La nueva posición asumida por el PRM parecería dar la impresión ante la opinión pública de que quien ha tenido el tranque para que no se apruebe la Ley de Partidos es la oposición encabezada en el Congreso por ellos y no por el sector que encabeza el presidente Danilo Medina, con su empecinamiento de buscar cualquier subterfugio legal para imponer las primarias abiertas organizadas por la Junta Central Electoral, que no son otra cosa que unas elecciones anticipadas, faltando meses para las elecciones generales pautadas por la Constitución para el año 2020.
El denominado Bloque Opositor, que no es más que la conjunción de todos los partidos opositores para temas específi cos como la Ley de Partidos y la Reforma Electoral, se reunió el pasado miércoles en la sede central del Partido Revolucionario Social Demócrata (PRSD), reunión a la cual acudió representando al PRM el diputado Víctor de Aza. La posición unánime de todos los partidos opositores es que si el PRM ha decidido variar el texto consensuado, debe de comunicar a toda la coalición opositora cuál es el nuevo texto-propuesta, ya que lo único que conoce la opinión pública y todos los partidos de oposición es que el PRM aprobó que cada partido escoja su método de elección libremente y que sean procesos organizados por la Junta Central Electoral.
En este sentido, se le está pidiendo a la Junta Central Electoral, en base a la nueva propuesta del PRM, que organice y sea la responsable de los cómputos de las primarias internas de los partidos, que signifi ca meter al organismo electoral en un berenjenal enorme, meses antes de los comicios municipales de febrero del 2020 y los presidenciales y congresionales de mayo de ese mismo año.
Como representante de la FNP en esa reunión con el denominado Bloque Opositor advertimos, tanto al PRM como a todos los partidos presentes, los graves riesgos que implicaban para los procesos electorales involucrar a la Junta Central Electoral en elecciones internas vía primaria en las que participarían más de cien mil candidatos con padrones distintos. La cantidad de reparos, denuncias de fraude e irregularidades, fundadas o no, que suelen acompañar estos procesos desacreditarían la Junta Central Electoral antes de los procesos de elecciones generales.
La logística, no sólo económica, sino tecnológica y de personal, que implicaría para la Junta Central Electoral organizar y dar cómputos en estas primarias internas cerradas de los partidos sería extraordinariamente complicada, prácticamente imposible de salir indemne y con un éxito en su realización.
Estoy consciente de que el PRM tuvo grandes problemas en su última convención interna. Pero esos problemas, debilidades y falencias no deben ser transferidos a la Junta Central Electoral. El PRM, como todos los otros partidos, tiene más de un año por delante para completar su padrón de militantes, depositarlo con sufi ciente tiempo de antelación ante la JCE para su depuración antes de la realización de primarias para elegir sus candidatos.
Con una supervisión adecuada de la Junta y con el depósito previo de sus padrones de militantes, pueden salvarse todos los escollos y problemas externos que históricamente han tenido este tipo de procesos.
Creo de manera sincera que meter a la JCE en ese berenjenal de organizar las primarias internas de los partidos y dar cómputos de candidatos ganadores en los tres niveles de elección, a nivel nacional, conocer de revisiones, impugnaciones de los mismos, es apostar al caos electoral.
Como bien planteara un editorial del periódico Hoy, lo menos que podría hacerse ante esa eventualidad y la nueva propuesta del PRM, es consultarle a la JCE si está en condiciones de llevar a cabo esos procesos.
Creo que la comisión especial de diputados que estudia la Ley de Partidos, al conocer la nueva propuesta del PRM debe citar a la JCE y pedirle por escrito su opinión acerca de la posibilidad o no que tendrían de organizar estas complejas primarias internas de partidos políticos para elegir en un proceso donde participarían más de cien mil precandidatos.
Por Vinicio Castillo Semán ;-
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